20/5/09

La Homofobia mata: un niño de 11 años se suicida por acoso


Esta es una de esas noticias que jamás nos gustaría tener que dar. Y sin embargo, hay que hacerlo porque nos va la vida en ello. Parece increíble que a esas edades, pasen todavía cosas como la que traemos aquí pero es mucho más frecuente de lo que nos imaginamos, aunque la Caverna lo niegue y luche por hacernos desaparecer.
En Masachussets, un niño de 11 años se ha suicidado por la homofobia que había en su centro educativo. El niño, que estaba a punto de cumplir 12 años, se llamaba Carl Joseph Walker-Hoover, y decidió ahorcarse, por el acoso de sus propios compañeros de clase.
Unos compañeros que lo llamaban maricón, y que se burlaban por su forma de vestir. .Lo más deleznable de todo esto es que el centro en el que estudiaba el niño conocía el acoso al que le estaban sometiendo sus compañeros, y decidió no intervenir, ya que consideró que el asunto era un simple "síntoma de inmadurez" de los estudiantes.
Carl Joseph, lógicamente, tenía miedo de denunciar con nombres y apellidos a los compañeros que le acosaban. El niño, incapaz de aguantar las burlas de sus compañeros, se ahorcó con un cable en su casa de Springfield. Fue su madre quien lo encontró, cuando volvió a casa después de asistir a un servicio religioso.
No hace falta ser un lince para pensar lo mal que lo tuvo que pasar el chaval por culpa de cuatro energúmenos, ni lo oscuro que tuvo que ver el futuro para decidir poner fin a su vida a esa corta edad. Ni el horror que tuvo que sufrir la madre, al encontrar a su hijo en casa.
Podría decirse muchas cosas más, sobre la homofobia en las aulas, sobre los chulos y machotes machistas que son aquelllos que se empeñan en hacer de su hombría una bandera, y de aquellos a los que les encanta sentirse superiores y tener gente a la que oprimir de la forma más burda.
Y también de aquellos, que aún siendo conocedores de situaciones como esta, miran para otro lado sin hacer nada. Mucho más de quienes nos ven como un peligro para la Humanidad y con sus palabras hacen que otros nos persigan, humillen o asesinen. Que se pregunten todos esos pseudoreligiosos y pseudoobispos (porque no son pastotes sino lobos disfrazados de ovejas) que nos señalan con el dedo si son o no responsables de las tropelías que cometen quienes les escuchan como si su voz fuera palabra de Dios. Cuando un obispo nos llama enfermos o desviados, siempre hay un canalla que encuentra su justificación para atacarnos. Alguien les pedirá cuentas de su responsabilidad

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.