28/4/14

Octavilla para el Primero de Mayo.



El anarquismo ha sido, en toda época y lugar, difamado y sanguinariamente perseguido por quienes detentan el poder o aspiran a él.

Con la historia del Primero de Mayo sucede lo mismo. Los medios de comunicación, partidos políticos y sindicatos estatistas pretenden vaciar de contenido y manipular la historia obviando el verdadero origen y significado de esta fecha para convertirla en la''fiesta del trabajo''.

El sentido del 1º de Mayo viene de la conmemoración de la revuelta de Haymarket en Chicago en pos de las ocho horas de trabajo, siendo un verdadero éxito las jornadas de huelga concentrando a miles de obreros/as.

Para frenar el auge de las protestas e iniciar una sangrienta criminalización, el Estado orquestó un montaje policial y la clase dominante usó este incidente como pretexto para desatar su planeada ofensiva con ayuda de la prensa. Comenzó así una caza de brujas contra los sectores más revolucionarios, principalmente contra anarquistas. Se clausuraron los periódicos y locales obreros, y los mítines fueron prohibidos en todo el país.

Ocho obreros anarquistas fueron detenidos: George Engel, Samuel Fielden, Adolf Fischer, Louis Lingg, Michael Schwab, Albert Parsons, Oscar Neebe y August Spies, condenando a muerte en la horca a cinco (uno de ellos se suicidó) y a reclusión a otros tres. Nunca se pudo demostrar que fueron ellos quienes lanzaron la bomba, convirtiéndose en mártires de la lucha obrera. 

 
Por todo esto, reivindicamos el Primero de Mayo como una jornada de lucha revolucionaria y de clase, no folclórica y subvencionada.
Contra el Parlamentarismo y los comités de empresa, por la autoorganización entre iguales y la acción directa. Contra el Estado y el Capital, por la Revolución social.

¡Viva la Anarquía!

''Si voy a ser ahorcado por mis ideas anarquistas, está bien: mátenme''. Albert Parsons.

                                                                                                             Fran.
            

1 de MAYO. Ahora a la explotación le llaman privilegio.



1º de Mayo, la lucha es el único camino

Si el primero de mayo es un día de reivindicaciones obreras para los hombres, debe serlo mucho más para las mujeres. La jornada de 8 horas, origen de la lucha emprendida por los/as trabajadores/as de Chicago en 1868, y cuyo aniversario recordamos, sigue siendo una meta aun no conseguida por el mundo femenino. Muchas de las mujeres, además de su jornada habitual remunerada, desempeñan en sus hogares otra sin horario, sin descanso, sin vacaciones y sin sueldo.
Ni el trabajo tiene género ni el mundo laboral es propiedad exclusiva de los varones, como tampoco las tareas del hogar tienen genero ni son propiedad exclusiva de las mujeres. La humanidad está compuesta por personas, sin embargo la sociedad patriarcal que padecemos nos ha colocado en departamentos estancos y nos ha dicho que nuestra capacidad o incapacidad para realizar ciertas tareas depende de que la naturaleza nos haya formado como hombres o como mujeres. Tan concienzuda ha sido su labor, que gran parte de la población ha terminado por admitirlo. Solo cuando esta situación nos afecta directamente, somos capaces de comprender la injusticia que encierra.

La situación que vive la clase obrera actualmente en este país es totalmente violenta y dramática. Mientras en los medios de comunicación nos bombardean con que la crisis va a terminar, a diario trabajadores/as se ven obligados a emigrar a otros países, se suicidan desesperados, otros/as son desahuciados de sus viviendas, o tienen que realizar trabajos muy precarios de muchas horas y con una remuneración irrisoria para no hundirse en la desesperación que conlleva el paro, la falta de acceso a recursos básicos de subsistencia y la exclusión social. Según datos oficiales, la tasa de pobreza infantil aumenta estando ya un cuarto de la población menor de 16 años con altos índices de pobreza y exclusión social. Mientras tanto, políticos y empresarios siguen pegándose juergas, mintiéndonos a través de los medios de comunicación de masas, viviendo de nuestro esfuerzo, sudor y desesperación, y riendose de nosotros/as. Es por esto que hay que dejar de estar alienados, dejar de mantenerles, legitimarles; y comenzar a luchar por nuestros derechos, nuestra dignidad y a construir un mundo mejor para todos/as nosotros/as.

Acostumbrar al pueblo a delegar en otros la conquista y la defensa de sus derechos, es el modo más seguro de dejar vía libre al arbitrio de los gobernantes.”
Errico Malatesta

Los demócratas hablan de la democracia como la soberanía del pueblo, pero no hay soberanía de los pueblos más que cuando los pueblos saben lo que son, lo que quieren y lo que pueden. La papeleta del sufragio no nos hace más libres ni más independientes. Perdemos conciencia de nosotros mismos y de nuestra dignidad, del puesto que ocupamos en la sociedad y de los derechos que tenemos que defender y de los intereses a los que debemos aspirar.
Todo lo que el asociacionismo obrero ha conseguido a lo largo de estos últimos siglos, se pierde a pasos agigantados. El estado, para monopolizar el uso de la violencia (policial y militar) se sirve de la constitución como símbolo sagrado de base, unidad y legislación. El voto no es más que la legitimación constante de la forma de estado y del sistema económico capitalista. Así, a través de la legitimación carismática, se acepta la subordinación a un líder, el cual no es más que la cabeza visible de todo un entramado de marketing, asesores, abogados, economistas, y demás profesionales que buscan imponer las políticas económicas dictadas desde los principales organismos europeos, reforzar y mantener los privilegios de los empresarios y agrandar sus riquezas a costa de la explotación ajena y la protección de todo aquel que vive de parasitar del sudor del obrero y de las instituciones del estado.
Nuestra dependencia de los profesionales del sindicalismo, de la política y del estado y sus instituciones sigue perpetuándose y expandiéndose.
Pero no es solo la abstención y quedarnos sin hacer nada, es ser individuos activos política y socialmente en el día a día con nuestros/as compañeros/as, familiares, amigos/as y con la sociedad en general.

La mejor herramienta que tiene la clase obrera para defenderse de las agresiones de la patronal es el anarcosindicalismo cuya sección en España está en la CNT. Estar organizado en este sindicato supone organizarse entre iguales, autoeducarse, y tomar conciencia. Su planteamiento estratégico es ser independiente del estado, al no recibir subvenciones, y de las empresas, al no participar en las elecciones sindicales y no tener liberados/as que parasitan de los demás trabajadores/as. Es importante ser conscientes de que la explotación no se da tan solo en este país, sino que la miseria a la que nos condenan se da en todas los rincones del globo terráqueo, por lo que sí es internacional la explotación, internacional debe ser nuestra respuesta.
Es por todo esto, que llamamos a todos/as los trabajadores/as hartos de la situación a la que nos están condenando a vivir, que acudan a la manifestación que organiza la Federación Local de Sindicatos de CNT-AIT Madrid el 1 de Mayo a las 12:00 en Valdeacederas (barrio de Tetuán) hasta Cuatro Caminos.

Nuestro deber como individuos políticos y sociales es trabajar por un asociacionismo autónomo en las aulas, en los puestos de trabajo, en las plazas, etc., para constituirnos como personas autónomas y únicas, fomentando la defensa y promoción de nuestros intereses de clase y formándonos constantemente para entender nuestro alrededor, adquirir conciencia de nuestra situación y posibilidades, y actuar en consecuencia como individuos únicos y libres.



Por la igualdad entre géneros
Por la abstención activa
Por la dignidad y el internacionalismo obrero
Por la anarquía





Grupo Anarquista Tierra
Federación Anarquista Ibérica (FAI)
Internacional de Federaciones Anarquistas (IFA)

http://federacionanarquistaiberica.wordpress.com/

16/4/14

Semana Santa: ¡Cuidado con la Iglesia!

Catolicismo: hipócrita, hace negocio de la caridad, desahucia a sus inquilinos pobres, favorece a los capitalistas…
INFÓRMATE ANTES DE IR A MISA Y VER SUS PROCESIONES:
12 - Sinfonia de capirotes
En los últimos tiempos la intensificación de situaciones de miseria causados por la crisis financiera ha disparado el nacimiento de los bancos de alimentos, controlados en su mayoría por el Opus Dei. Se trata de un ingenioso método para obtener beneficios a costa de los pobres y, de paso, transmitir la ideología del poder y evitar que los desheredados de la tierra analicen las causas de esa miseria y se organicen y luchen contra el sistema económico y político.
La “caridad” cristiana actúa como anestésico de la contestación social y lo hace en dos vertientes. Por una parte atenúa las probabilidades de una revuelta cuando una parte de la población no encuentra satisfechas sus necesidades más primarias, y por otra desarrolla una campaña de recuperación del prestigio de los grandes empresarios, al ser colaboradores principales de las instituciones de caridad, combatiendo de este modo el desarrollo y la extensión de la conciencia de clase. Esto afecta de manera directa a la organización de la respuesta a las agresiones diarias que los gestores de la Iglesia, el Estado y el Capital nos dedican.
La iglesia habla de solidaridad y al mismo tiempo intenta echar a gente que ha ocupado casas vacías de su propiedad, como ha ocurrido con una congregación de monjas de Valladolid, o el caso de más de mil pisos que la Comunidad de Madrid les ha donado para alojar a gente “desahuciada” y con los que están haciendo un bonito negocio. Los alquilan a un precio alrededor de 200 euros y no lo hacen si la persona que lo solicita no tiene ingresos. Algunos de estos pisos para “caridad” fueron desalojados por la policía nacional. Hay que tener en cuenta que “hipocresía” es casi un sinónimo de religión.
La beneficencia cristiana sirve también para lavarle la cara a los capitalistas: Amancio Ortega (Inditex), Juan Roig (Mercadona), Abel Matutes (Grupo Matutes, multinacional Fiesta Hotel Group), Rafael Arias Salgado (Carrefour España), lavan su imagen primero con una colaboración entusiasta con las organizaciones caritativas, y recuperan su dinero después a través de una desgravación fiscal del 35% (el gobierno quiere que sea el 100%). Además de esto, en el caso de los productos de alimentación de las cadenas de supermercados, se están ahorrando los costes de eliminación de los productos caducados o a punto de hacerlo. Si además sumamos el aumento de ventas que producen campañas como la “operación kilo”, el negocio no puede ser más redondo, directamente proporcional a su desvergüenza.
ESTA SEMANA SANTA, NO VAYAS A LAS PROCESIONES. BOICOTEA LAS FIESTAS DE LA IGLESIA Y DENUNCIA SU HIPOCRESÍA. NO TE DEJES ENGAÑAR.
Puedes descargar este panfleto para repartirlo en las procesiones de tu localidad

14/4/14

La alternativa se llama Revolución Social.

Los anarquistas asturianos ante el 1º de mayo


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EN ASTURIAS hay ya 103.443 parados. Los empleos existentes son en su mayoría temporales y precarios. Tenemos una mayoría silenciosa de pobres que apenas dispone de medios para sobrevivir, unos 170.000, según datos oficiales, que viven por debajo del umbral de pobreza. De cada 15 contratos laborales que se firman solo uno es indefinido. El 60% de los parados ya ha agotado todas sus prestaciones y no perciben nada, el 40% son de larga duración que a duras penas esperan encontrar un nuevo trabajo y casi el 55% de los jóvenes no consigue su primera oportunidad. Las mujeres siguen cobrando menos y trabajando más, como hace cien años. Sólo en 2013 se han producido más de 11.000 accidentes laborales. La pobreza energética ha provocado 200 muertes…

Pero la crisis no es igual para todos. En río revuelto ganancia de pescadores. Así vemos como las grandes empresas, la Iglesia y la banca, aprovechándose de esa miseria, exhiben sin pudor alguno sus buenos resultados, sus beneficios y dividendos.
Estadísticas interminables que esconden una dura realidad: Asturias no tiene futuro. La corrupción, la deslocalización, las reformas laborales de los gobiernos de turno, la mala gestión de las empresas, el derroche de los capitalistas, el uso fraudulento de las subvenciones, el enchufismo, las mafias sindicales y políticas… han conseguido dejar esta tierra como un paisaje posnuclear. Y aunque hablamos de Asturias el problema es global.
Lo lógico es que, a estas alturas, el pueblo estuviera en las calles luchando, haciendo barricadas, ocupando fábricas, organizando huelgas generales indefinidas y actos de sabotaje. Pero no. La mayoría están trabajando a destajo, cada vez en peores condiciones, sentados en casa viendo la telebasura o abducidos por el espectáculo del fútbol. O jugando a las máquinas, o bebiendo en los chigres, o gastando lo poco que tienen en comprar en los centros comerciales,  o guasapeando, o twiteando, o mirando con envidia anuncios de coches caros y motos ruidosas.
Las condiciones sociales son propicias para la revuelta y la insurrección. Pero eso no está ocurriendo por varias razones.
La clase obrera ha sido desarmada por los sindicatos pactistas, por el Estado del Bienestar del parlamentarismo burgués y partitocrático y por la salvaje propaganda consumista del capitalismo.
La clase obrera no existe. O mejor dicho, no tiene conciencia de sí misma, la ha perdido. Los que trabajan se sienten privilegiados, aceptan cualquier explotación y adoran a sus jefes o, al menos, les odian en silencio. Los que no trabajan, malviven con pensiones de padres y abuelos que algún día se acabarán, con ayudas de aquí y de allá, con el apoyo familiar, con la caridad interesada de la Iglesia, con la economía sumergida, con chollos variados…
La propaganda consumista, violenta, irracional, que crea líderes, que manipula las mentes para eliminar cualquier resquicio de capacidad crítica, que nos hace gregarios y sumisos, lleva muchos años funcionando masivamente, globalmente. Desde el Estado, con su férreo control a través de la Enseñanza, de los impuestos, de la policía, de los tribunales de justicia. Desde el capital, con su triunfo del modelo materialista y hedonista que persigue la venta de productos y servicios innecesarios. Desde la religión de las diferentes iglesias, que  engañan al pueblo con sus monsergas del otro mundo para que la gente sea sumisa al poder y se deje pisotear en este mundo con la esperanza del paraíso en un más allá inexistente.
La trampa del consumo desenfrenado e irracional ha llegado muy lejos. Muchas familias se han quedado sin casa por haberse metido en créditos hipotecarios. Otras tantas están arruinadas por haber sido víctimas de créditos al consumo. El endeudamiento de gran parte de la clase trabajadora con los bancos les convierte en reos del capitalismo. La capacidad de luchar contra la explotación y las injusticias queda mermada para los que están ahogados por haber gastado más de lo que ingresaban. Obreros que, por un tiempo, quisieron sentirse burgueses engañándose a sí mismos.
Es evidente (y lo lleva siendo desde hace décadas) que este orden económico, social y político no funciona. Los que mandan lo saben, pero como tienen la sartén por el mango ni se esfuerzan en disimularlo.
¿Hay alternativa? Sí. Siempre ha estado ahí, aunque traten de ocultarla, reprimirla, criminalizarla.
Pero no vendrá con un nuevo partido político “progre” que recoja el espíritu del 15-M. No vendrá de hacer manifestaciones y pasear las pancartas y las banderas. No vendrá recogiendo firmas para presentar al Parlamento. No vendrá consiguiendo más cuotas de participación ciudadana en las instituciones. No vendrá quitando al Rey y poniendo a un Presidente. Porque, como decía el gran Emiliano Zapata, “es el trono el que está embrujado”.
Hay que destruir el poder. El que no lo vea o está ciego o hipnotizado por el mundo multicolor que el sistema ha creado para desorientar a las masas. La alternativa es la Revolución Social, la destrucción del sistema capitalista y del Estado y la construcción de una nueva sociedad basada en el apoyo mutuo, el federalismo, la acción directa, la solidaridad, la autogestión y la autoorganización de la sociedad desde planteamientos horizontales, igualitarios y libres. La alternativa se llama Anarquía.
Llegar a ella no es tarea fácil porque requiere de una sociedad muy evolucionada y con un elevado espíritu crítico. Pero podemos empezar apagando la televisión, ocupando las fábricas y los pisos vacíos, convocando la huelga general indefinida y revolucionaria, haciendo el boicot, saboteando a aquellos que nos explotan y nos condenan a la miseria, destruyendo las instituciones y creando asociaciones libres de productores y consumidores. Hay un mundo nuevo esperándonos.
¡Viva el Primero de Mayo!
¡Viva la Revolución Social!
¡Viva la Anarquía!
Grupo Anarquista Higinio Carrocera

El anarquismo y el nacionalismo como religión de Estado.

Puede decirse sin ambages que la visión anarquista del nacionalismo -concepto político para nada unidimensional, ni por su propia amplitud y ambigüedad, ni por los numerosos rechazos que recibe- es negativa, las más de las veces, por unos nítidos principios ideológicos que pretenden superar la parcelación patriótica, étnica o identitataria, y establecer estrechos lazos de colaboración entre los pueblos con el fin de expandir la libertad y la cultura, conviene analizar con detalle un fenómeno complejo, enmarañado con el tiempo, que es utilizado por todas las opciones políticas estatalistas y jerarquizantes. Conviene dejar claro, a priori, la asociación política que conlleva el nacionalismo político al llamado “derecho de autodeterminación”, que aspira inevitablemente a la creación de un Estado para administrar sus intereses, por lo que las ideas libertarias se muestran, obviamente, opuestas a semejante objetivo.
En el protoanarquismo, se puede comprobar que Proudhon observaba la nación disociada del Estado, como parte de un engranaje de organización federativa, clave para la construcción del internacionalismo en la futura sociedad; poseía esta visión un carácter flexible y descentralizador y debía sustentarse en otras entidades autónomas como la región, el municipio o el barrio. Para Bakunin, la formalmente llamada “liberación nacional” de los pueblos sometidos estaba indisociablemente unida a la revolución social antiestatista y federalista -es conocida su visión al respecto sobre los distintos pueblos eslavos, enfrentados a los imperios ruso, austriaco, turco y prusiano-, negando, a priori, cualquier derecho histórico o político ya que la voluntad del pueblo se encontraba por encima de todo; opinaba que la nación es para los pueblos lo mismo que la individualidad para cada uno, un hecho natural y social, un derecho inherente a pensar, a hablar, a comportarse y a sentir de una manera propia, enfrentada a los Estados, tendentes a anular esa libertad tanto en naciones como en individuos. Es importante insistir en la divergencia ideológica entre Marx y Bakunin, también notable en este aspecto. La visión del alemán, insistente en su teoría de la expansión económica y
desarrollo de las fuerzas de producción que desembocarían en el socialismo, negaba cualquier particularismo local o nacional -y, por lo tanto, negaba cualquier movimiento independentista o revolucionario a nivel local- ya que sería absorbido por el gran proceso. De nuevo estamos ante un conflicto polémico que conlleva demasiados vericuetos, especialmente con la perspectiva histórica que nos da la actualidad. Sin embargo,
puede destacarse el mayor acierto y honestidad del anarquista ruso -al menos, en aquel contexto históricofrente al pensador germano. Hay que matizar que para Bakunin la nacionalidad, separada del Estado, no era un principio universal ni un ideal en sí mismo, sino una consecuencia histórica, un hecho local del que tienen derecho a participar los pueblos. Kropotkin no se encontraba muy lejos de su compatriota en sus análisis de los movimientos de liberación nacional, los cuáles no podían tener un carácter meramente nacionalista ya que los factores económicos y sociales eran vitales para su lucha antiimperialista. Consideraba que los libertarios debían estar al lado de esta lucha contra la opresión, y darle un mayor énfasis a la cuestión social.
Es más, la Primera Internacional nace en gran medida por la consideración de que la llamada liberación nacional solo era sinónimo de explotación nacional, la proclamada nación solo tenía cadena para los trabajadores. Puede expresarse como que los obreros no tenían país y se organizaron en la Internacional. Conocida es la divergencia entre seguidores de Marx y de Bakunin, sospechosos los anarquistas de que el autor de El capital quería convertir la organización en un Estado tan represivo como los feudales o los nacionales. Las versiones posteriores de la Internacional no tuvieron ya en su seno a los anarquistas, hasta tener el colofón de una organización amoldada a la Unión Soviética, al partido dirigente de la misma y a su fundador Lenin. Aunque el propósito de la Tercera Internacional pretendía ser el derrocamiento del capitalismo, el proceso desarrollado en el Estado ruso no dejaba de ser similar a los de las naciones capitalistas. La explotación y el saqueamiento de recursos se hizo igualmente, con una fuerza policial cada vez más poderosa que dirigía su represión contra el interior de la nación, y así el comunismo se convirtió en equiparable a una organización totalitaria de perfecto control. Así, en los países totalitarios, en los que burguesía no llegó a crear una nación poderosa, el papel lo cumplió otra clase con un discurso diferente seudorrevolucionario, aunque no dejaba de producirse la explotación capitalista y, especialmente, la opresión nacional. Incluso, los herederos de Lenin y Stalin, ante el obvio fracaso en acabar con la explotación del hombre por el hombre y con el trabajo asalariado, empezaron a hablar de “liberación nacional”. Este concepto presuponía, como es obvio, un Estado, una organización social jerarquizada con sus fuerzas policiales, y hacía hincapié en una supuesta liberación económica (sin que haya nada ya del componente romántico que tenía el nacionalismo en sus orígenes). Visiones ácratas posteriores, como muestra Fredy Perlman en El persistente atractivo del nacionalismo, llegan a considerar que sin capital, sin un proceso de producción capitalista (el cual se produjo igualmente en los llamados países socialistas y en los fascistas), no habría poder ni nación. Los líderes, así como toda clase de directivos generales, son parte nacional y parte del proceso de producción capitalista.
nacionalismo y anarquia 1
Rudolf Rocker, otro gran pensador y activista ácrata, en su obra Nacionalismo y cultura, se muestra claramente reacio al concepto que nos ocupa al ver una “voluntad de poder” detrás de todo lo nacional y considerar que “el aparato del Estado nacional y la idea abstracta de nación han crecido en el mismo tronco”; la separación de unos pueblos y otros tiene su génesis y su fortalecimiento en la opresión política de los Estados. Consideraba el teórico alemán que existía una clara ruptura entre la cultura y el nacionalismo, ya que era mucho más influyente en el individuo su entorno intelectual que el llamado “espíritu nacional”. El “nacionalismo cultural” es indisociable de su vertiente política, mostrando las mismas aspiraciones de dominio. Para Rocker, la separación entre pueblo y nación era tan clara como entre sociedad y Estado; bajo ningún concepto se puede considerar el Estado como un efecto de la nación, más bien a la inversa. La conciencia nacional, al igual que la religiosa, no es innata en el ser humano, sino algo impuesto por el ambiente o la educación, una traba más en la definitiva emancipación universal. Es este criterio el que, bajo nuestro punto de vista, más se ajusta a la visión general anarquista, el de considerar a todo nacionalismo fundamentalmente reaccionario, ya que pretende la uniformización de una comunidad en base a unas creencias predeterminadas. El nacionalismo se mostraría como una creación cultural apriorística elevada a la categoría de sujeto colectivo, que se eleva por encima de los individuos y los relega a una condición histórico-cultural parcelada; se establecen así, artificialmente, diferentes identidades que abundan en la separación y falta de colaboración de la humanidad. Insistiremos en que este análisis no difiere demasiado del que se haría de la religión desde una óptica libertaria. El mismo Rudolf Rocker afirmó que el nacionalismo constituía la religión del Estado.
Fraternidad universal
Como hemos mostrado, el anarquismo es desde sus orígenes internacionalista; tal y como dice Ángel Cappelletti en La ideología anarquista, se entiende “que las fronteras políticas son obvia consecuencia de la existencia de los Estados, no pueden menos que considerarse también fruto de una degeneración autoritaria y violenta de la sociedad”. ¿Qué propone y revindica entonces el anarquismo como sustituto de ese sentimiento político y cuasirreligioso? Se recoge en el anarquismo una herencia cosmopolita, una cambio de paradigma producido en la Antigua Grecia por parte de escuelas de pensamiento como la cínica y la estoica, basándose en observar a la humanidad como un todo natural y moral. Esa visión se filtrará siglos después a través de la Ilustración, y podemos hablar de unos de los componentes primordiales de la filosofía social anarquista; es posible que solo el anarquismo, y por supuesto los anarquistas, han sido fieles a esta idea ética de la fraternidad universal. El anarquismo considera que los tres grandes conceptos herencia de la Revolución Francesa están estrechamente vinculados: libertad implica necesariamente igualdad y fraternidad; esa herencia cosmopolita de la Antigüedad se concreta en la modernidad como una gran aspiración universal. Posteriormente, se reducirá notablemente ese ideal en beneficio de la nación-Estado, aunque tantas veces se presente en su forma republicano-democrática. El anarquismo considera que la fraternidad es endógena al individuo; si ese sentimiento es exógeno, se apropia de él una instancia externa y trascendente al ser humano se abre la puerta al autoritarismo.
nacionalismo y anarquia 2
Nos atrevemos a sostener entonces que el anarquismo es la evidente antítesis del nacionalismo, no parece concebible ninguna compatibilidad más allá de los rasgos libertarios (siempre enfrentados a otros autoritarios e inhibidores) que pueda presentar cualquier idea o creación humanas. Carlos Malato, en La filosofía del anarquismo, utiliza el término “patria” (si bien, como claro sinónimo de nación) y la acusa de no ser más que una religión vulgar, una nueva fe que substituye a la antigua. Incluso, se apela a lo que es “natural”, y no lo es rechazar a una persona que ha nacido al otro lado de una frontera. El deseo histórico es que la idea de la patria se acabe fundiendo en la idea de la humanidad, lo cual constituye otra manera de entender el progreso. Tal y como lo expresa Malato, de manera muy bella y nítida, hay dos manera de negar la patria: uno bárbaro e inconcebible, que es desear la ruptura de un país unificado por el idioma y por una serie de costumbres, lo cual supondría el regreso al provincianismo de épocas anteriores; otra manera de negar la patria, tal y como se vincula a una nación y a un Estado, es preconizando la federación de pueblos libres, “una patria única y sin rival”. Naturalmente, esta convicción no es simplemente un programa político que podamos aplicar en un futuro próximo, es un deseo consustancial al anarquismo, un ideal a perseguir que comienza considerando a todos los seres humanos nuestros hermanos, observándoles como individuos autónomos que forman parte de pueblos libres. Los ideales inconclusos de libertad, igualdad y fraternidad solo adquieren sentido en el anarquismo, no aplicados con una mirada estrecha ni mediatizados por algún nuevo poder político.
El persistente atractivo del nacionalismo
Fredy Perlman, en El persistente atractivo del nacionalismo, considera que se trata de un concepto que ha sido revitalizado con el tiempo, no solo por parte de los conservadores, también por la de muchos que se consideran revolucionarios. En éste último caso, se asegura que el nacionalismo es sinónimo de liberación de los oprimidos, tanto a nivel personal, como cultural. El nacionalismo, según esta visión presuntamente emancipadora, vendría a ser “una estrategia, ciencia o teología de la liberación, como la culminación del dictado de la ilustración, afirmando que el conocimiento es poder”. En cualquier caso, como ya hemos dicho al principio, el nacionalismo no posee una definición definitiva, ya que se han producido diversas experiencias históricas en las que el término va adaptándose. Resulta muy interesante la visión de Perlman al respecto, desmontando una serie de tópicos “revolucionarios”. El primero de ellos es considerar el imperialismo un fenómeno relativamente reciente, como la última fase de un capitalismo que pretende conquistar el mundo entero, y ver el nacionalismo (las luchas de liberación nacional) como un eficaz remedio contra ello. En cualquier caso, volviendo a los inicios históricos, hay que decir que el concepto de nación-Estado surge de las revoluciones del siglo XVIII y, anteriormente, únicamente puede hablarse de imperios. Tal y como afirma Perlman, el nacionalismo se convirtió en la metodología que condujo al imperio del capital. Otro de los factores responsables del mundo contemporáneo es el matrimonio entre capital y ciencia, debido al cual el medio natural se convirtió en un mundo procesado, en artificio, y se redujo a gran parte de la humanidad a meros
servidores de ese artificio.
Durante el siglo XIX, los detentadores del capital explotaron la mistificación de la “identidad colectiva”, la búsqueda de factores de cohesión con aquellos que explotaban. Si era complicado movilizar a las personas como sirvientes o clientes leales, sí podía hacerse como fieles compañeros de una misma nación. Esos factores de cohesión nacional, como la lengua, las costumbres o la religión, se convirtieron en materiales para la construcción de las naciones-Estado. Pero esos factores eran medios, y no fines, ya que lo que se pretendía desarrollar en realidad eran las economías nacionales. La primera fase del proceso nacionalizador abarca el periodo que se inicia con las revoluciones del siglo XVIII (americana y francesa) hasta el final del la Primera Guerra Mundial. En ese colofón, los estados dinásticos se convirtieron en naciones en las que la burguesía pasa a ser la clase dominante. Sí hay que aclarar que la burguesía de otras culturas más débiles, como es el caso de turcos y armenios, las cuales aspiraban a la misma dominación territorial, fue exterminada (y establecemos aquí una lógica entre evolución del concepto nacionalista con el genocidio de otros pueblos). Perlman insiste en la mistificación de la llamada identidad colectiva, como el mismo lenguaje o la misma religión, ya que solo era usada como material de unificación como una razón pragmática. Esos rasgos compartidos solo eran importantes porque resultaban útiles para dar lugar a una fuerza policial que protegiera la propiedad nacional y una armada que despojara a los extranjeros.
La visión de Perlman es, tan lúcida, como pesimista, ya que considera que el nacionalismo continúa resultando atractivo a los oprimidos ante la ausencia de otros proyectos. Insistiremos en su visión: el nacionalismo es un producto del proceso de producción capitalista (dentro de este proceso, Perlman critica también a la ciencia aplicada y a sus especialistas, los cuales se colocan al servicio de la opresión). Desgraciadamente, dentro de esa liberación nacional no existe ya lucha de clases ni afán antiautoritario, ya que el proletariado aspira simplemente a dejar de serlo y ocupar los más elevados puestos. El pragmatismo más mezquino que ofrece la nación-Estado en connivencia con el capital ha triunfado, solo en principio, y ante un horizonte de nuevas luchas, sobre los más nobles valores y las más altas aspiraciones de la humanidad. El anarquismo se observa como la gran esperanza para una sociedad de clases en la que conceptos como libertad, solidaridad y fraternidad universal adquieran un verdadero sentido que haga difícil reproducir modelos autoritarios.
Fuentes:
-Ángel Cappelletti, La ideología anarquista (Ediciones en movimiento, Bogotá 2004).
-Eduardo Colombo, El espacio político de la anarquía (Editorial Nordan-Comunidad, Montevideo 2000).
-Fredy Perlman, El persistente atractivo del nacionalismo (Al Margen, Valencia 1998).
-Mijail A. Bakunin, Escritos de filosofía política (Ediciones Altaya, Madrid 1994).
-Murray Bookchin, Noam Chomsky, Herbert Read, Colin Ward, John P. Clark, Ángel J. Cappelletti, El anarquismo y los problemas contemporáneos (Ediciones Madre Tierra, Madrid 1992).
-Piotr Kropotkin, El Estado y su papel histórico… op. cit.
-René Furth, Formas y tendencias del anarquismo (Editorial Nordan-Comunidad, Montevideo 1970).
-Rudolf Rocker, Nacionalismo y cultura (Reconstruir).
-Víctor García, El pensamiento de P. J. Proudhon (Editores Mexicanos Unidos, México D.F. 1981).

Ha muerto Aurora Molina. Video homenaje

Ha muerto en Gijón la compañera Aurora Molina Iturbe, hija de Lola Iturbe
militante de CNT y de Juanel destacado miembro de la FAI. A los trece años
empuñó un fusil para defender los logros revolucionarios en la BCN del 36.
Junto a Lola y Juanel y mas tarde con su compañero Ramón Alvarez "Ramonin"
do el termino anarquista, anarcosindicalista, o libert
vivió las penurias del exilio y la ilusión de la lucha revolucionaria, cua nari@ era un sustantivo y no simplemente un adjetivo. Que la tierra te sea leve compañera. Juan

Aurora Molina, la serenidad del anarquismo español.

Muere en Asturias la hija de Juanel y Lola Iturbe

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Por Aurora de Burgos


Aurora Molina tenía los ojos grandes, tranquilos, y hablaba con la serenidad que sólo da una infancia feliz. Hija de los anarquistas Juan Manuel Molina, Juanel, y Lola Iturbe, Kiralina, ella tuvo la suerte de crecer en un islote de justicia y sabiduría, cuando a su alrededor imperaba la ignorancia y el fanatismo: mientras la mayor parte de las niñas de su generación se educaban en colegios de monjas o no podían ni siquiera acudir a la escuela porque debían trabajar, ella estudió en Natura, de Barcelona, una de las escuelas libres que los anarquistas españoles crearon siguiendo el modelo de la Escuela Moderna de Ferrer y Guardia. Educación mixta, que buscaba el libre compromiso del pequeño con el conocimiento, que rehuía la autoridad y se apoyaba en el mutuo respeto, porque si a algo daban importancia aquellos anarquistas (que hoy nos pintan cargados de bombas) era a la educación, imprescindible para poder crear un mundo nuevo. Aurora Molina había formado parte de ese amanecer de la Humanidad que luchó y perdió contra el franquismo, y expresaba en cada uno de sus gestos y miradas el fulgor de aquella época: lo que se obtiene en la infancia no se pierde, y pese a la enormidad de la derrota (porque los anarquistas españoles no sólo perdieron la guerra, además fueron borrados de la memoria común) esa alegre serenidad adquirida durante sus primeros años de vida nunca la abandonó.
Su madre, Lola, entró en contacto con el movimiento anarquista barcelonés en la adolescencia. Era hija de Micaela Iturbe, que empezó a trabajar como criada siendo una niña, con tan sólo 8 años, y era tan pequeña que tenían que subirla a una silla para que pudiera fregar los platos. Micaela se quedó embarazada soltera y joven, y su padre la echó de casa. Podía haber seguido el sendero de las cientos de criadas seducidas o violadas en las casas en las que trabajaban y que acababan nutriendo los prostíbulos de la gran ciudad, pero era una mujer de gran voluntad, y consiguió enderezar su destino. Llegó a Barcelona embarazada, y tras dar a luz logró un trabajo de criada en una casa. A su hija la envió a Alicante, para que la criaran unos payeses. Amargada por la separación de su niña, un día confesó su pena a los burgueses para los que trabajaba, que accedieron a traer a Lola a la ciudad y a darle una educación. Tras el reencuentro de ambas, Lola vivió con Micaela, que tiempo después montó una pensión en la que solían refugiarse luchadores anarquistas, en aquellos años de persecuciones. Lola, inteligente, sensible y con un natural rechazo a la injusticia, pronto se unió a su causa. Junto a su compañero Juanel, integrante de la Federación Anarquista Ibérica, Lola (a la que se parecía enormemente su hija Aurora) fue una de las fundadoras del movimiento Mujeres Libres y trabajó por la causa libertaria escribiendo en la revista Tierra y Libertad, con el pseudónimo de “Kiralina”. Estallada la guerra, Juanel y Kiralina participaron activamente en el movimiento de resistencia al franquismo, ella en el frente de Aragón, desde donde mandaba crónicas sobre los sucesos bélicos. Aurora recordaba, en el imprescindible documental “Vivir la utopía”, cómo aquellos idealistas autodidactas habían vivido en un mundo aparte, convencidos de la justicia de su causa y de la cercanía de sus objetivos. Y lo terrible de la derrota y el destierro. Ya exiliados en Francia, los sufrimientos continuaron: Juanel y Kiralina se integraron en la resistencia contra el nazismo, una dolorosa lucha que sumar a las que ya habían librado durante sus vidas. En Francia, Aurora unió su vida al anarquista asturiano Ramón Álvarez Palomo, destacado dirigente de la CNT asturiana. Con él tuvo cuatro hijos. Ya en la madurez, vivieron los dolorosos años que culminaron con la escisión del anarcosindicalismo español, y se alinearon con la corriente que acabó siendo el sindicato CGT. Tras la muerte de Franco la familia volvió a Asturias y se instaló en Gijón, donde Lola murió en 1990, y Álvarez Palomo, Ramonín, en 2003. Ahora nos ha dejado Aurora, una de las últimos testigos de aquellos años de esperanza.

7/4/14

Carta abierta de un manifestante del 22-M: Se lo que vi, estuve allí.


prens-police
Estimado amigo/a
Tengo que reconocer que escribo esta carta con mucha rabia, impotencia e indignación. Tras vivir lo que viví la noche del 22M en Madrid, tras ver todo lo ocurrido, llegar a casa, ver la brutal campaña mediática, plagada de falsas pruebas, manipulación y mentiras, era lo que me faltaba por ver, totalmente ojiplático. Lo más triste no es sólo eso, lo más lamentable ha sido ver como muchas personas, siendo medianamente críticas y reivindicativas, son capaces de tragarse como si nada una auténtica campaña difamatoria contra los manifestantes, plagada de mentiras e infamias surgidas de la misma Policía o de sindicatos policiales en colaboración con todas las grandes empresas de comunicación, e incluso, de forma muy sutil, una llamada al linchamiento a los manifestantes sostenida desde instancias policiales.
Es por ello, que ahora, pasado el tiempo, con la sangre un poco más fría, lo cual no quita que siga totalmente cabreado e indignado, me decido a contar lo que yo viví durante ese sábado 22 de marzo en Madrid.
Las personas que iban conmigo y yo fuimos en vehículos particulares, para aprovechar la protesta y para ir con tranquilidad. Íbamos con la intención de que se desarrollase una acampada que las Marchas Obreras por la Huelga General habían anunciado, así que los autobuses que salían desde Alicante no serían un medio de transporte útil en caso de que cuajase la acampada.
La manifestación partió desde la plaza de la Beata Ana María de Jesús, a eso de las 16.00 h de la tarde. Había gente muy variopinta: estaba la CGT, también gente de RC, de Iniciativa Comunista, la CNT, diversos colectivos, Stop
Desahucios de Granada, el Bloque Juvenil. No fuimos allí por casualidad, era la gente más combativa y era el bloque de la protesta que más simpatías nos generaba, aunque la manifestación era unitaria y se unía una vez llegase a Atocha.
La protesta transcurrió en un ambiente excepcional y bastante combativo, por las consignas que se coreaban. “Violencia es no tener para comer”, “Educación pública” “El hijo del obrero, a la universidad” “Respuesta Estudiantil, vertedero juvenil” (se refería al colectivo ultraderechista que trata de infiltrarse en protestas o que agrede a estudiantes de izquierdas), y un grito bastante interesante que realizaban a coro los chavales del Bloque Juvenil y de Reconstrucción Comunista:
Compañeras caidas…= PRESENTES
¿Quién las mató?= ¡EL FASCISMO!
¿Quién las honra?= ¡EL PUEBLO!
¿Cómo?= ¡LUCHANDO, CREANDO, PODER POPULAR! (2 veces)
Una vez llegamos a la altura de Atocha estuvimos prácticamente casi una hora para poder movernos. Eramos la cola de la manifestación y era tal la cantidad de gente que había que no podíamos avanzar, en todo ese tiempo, nada más que unos pocos metros.
Hubo momentos que se llegó a hacer pesado. También era curioso, al menos para mí, ver que hasta la llegada a Atocha, prácticamente no había, por todo el camino, ni un solo policía. Una vez pudimos avanzar, seguimos el camino hasta el Ministerio de Sanidad. El Bloque de las Marchas Obreras por la Huelga general terminaba ahí la protesta. Por WhatsApp y Twitter daban cifras de dos millones de personas que resultaban peculiares, pero que dada la marea de gente y dado que supimos que, cuando nosotros llegábamos a la altura del Paseo del Prado, la cabecera de la manifestación estaba ya en Colón, tampoco es que nos sorprendiese esa posibilidad. Había muchísima gente. Era una inmensa marea de gente, llegada de todos los puntos del país. Pero, además, esa marea humana tenía otra peculiaridad. Se trataba de la primera vez, quizá en la Historia reciente, que una protesta no convocada ni respaldada oficialmente por el PSOE ni por los sindicatos mayoritarios, lograba tal éxito de convocatoria. Eso hacía aún más grande esa protesta.
Se celebró una asamblea al lado del Ministerio de Sanidad y la posibilidad de acampar se desvaneció en esa asamblea en la que se convocaba para el día siguiente, a celebrar en ese mismo lugar. Sin embargo, por las redes sociales, nos llegó información de que en Recolectos se había organizado una Acampada protesta. Al saberlo, decidimos proseguir la marcha hasta llegar a la acampada y hacer todo lo posible por quedarnos allí.
Comienza #AcampadaRecoletos en ucrania eran heroes urbanos para el periodismo veraz Español….pic.twitter.com/X3Bw9iTF8g — Perroliberal #22M (@pakoculeitor) marzo 22, 2014
Aunque no lo sabíamos, jamás llegaríamos a la Acampada Recoletos. Aunque continuamos la manifestación, y nuestra intención fue llegar allí y apoyar a quienes habían tenido la valentía de quedarse, fue imposible. Solo pudimos llegar a la plaza de Colón. Una vez allí, y cuando un grupo de personas se disponía a subir a la sede del PP, comenzaron las cargas. Y eso es lo que más me indigna. Porque yo sé lo que vi. Estuve allí, prácticamente en segunda línea cuando comenzaron las cargas. Son momentos de desconcierto, no sabes que hacer. Temerarios o no, mis compañeros trataban de que la gente no se fuera “No retrocedáis”, era el grito, aunque, mucha gente, entre ellos yo, sentíamos miedo.
Familias con hijos también corrían despavoridas, manifestantes de edad avanzada. Porque la carga empezó de repente. Tan de repente que muchos de nosotros perdimos a gente y nos costó posteriormente encontrarnos. Habiendo niños, e incluso personas que iban con carritos de bebés, la Policía no tuvo ningún miramiento en cargar, haciendo uso de material antidisturbio tal como gases lacrimógenos. Y esto es algo que no me he inventado yo, pero ningún medio de comunicación lo ha explicado. Y por suerte, solo unas pocas fotos pueden corroborar lo que yo ví, puesto que el bote de gas lo tiraron a escasos 20 metros de donde yo estaba, habiendo aún allí una marea de gente, e incluso, y reitero, habiendo padres con hijos, ancianos e incluso gente con cochecitos de bebes. No hubo un muerto porque la suerte quiso que no lo hubiera.
Allí apalearon a gente, razón por la cual la gente corría despavorida, además de lanzar balas de goma indiscriminadamente. Sin respetar siquiera la distancia que supuestamente deberían respetar. Tirando a matar contra el grueso de los manifestantes.
Incluso hay innumerables videos de cadenas internacionales (por supuesto, silenciados por la prensa nacional, totalmente dócil, apoltronada y mentirosa) y de usuarios de redes sociales donde sale como cargan contra la manifestación mientras en el escenario tocaba la banda de música del 15-M la Solfónica.
Es de sobra entendible, y razonadamente comprensible, que tras tanto tiempo, de cargas policiales, de agresiones policiales, de brutalidad policial con episodios como el de los estudiantes del Lluis Vives en Valencia en febrero de 2012, las cargas contra la Marcha Minera y contra el 25-S, de tantas hostias y tantas palizas y agresiones indiscriminadas de la Policía, la gente tenga la humana necesidad de defenderse.
Una vez iniciada la carga policial, tuvimos que meternos por una calle donde la gente realizaba barricadas con contenedores para evitar así el paso de la Policía y que el número de heridos, que ya era considerable (ENTRE LOS MANIFESTANTES) siguiera aumentando. En una de esas carreras me estampé contra una valla empujado por la gente que venía y corría, asustada por los pelotazos de goma y la presencia policial.
En una tercera carga en la Calle Serrano salimos corriendo, con tan mala suerte que yo decidí meterme por una bocacalle. Al ir solo por esa calle, decidí aligerar el paso, pensando que la Policía no vendría a por mi. Tuve suerte y no lo hizo. Si decide hacerlo, salvo un hotel que allí había, nada me hubiera salvado de ser apaleado o detenido. Quien sabe. Uno de los antidisturbios se paró frente a una papelera metálica y, desconozco la razón, empezó a golpearla con la porra (quizá por la rabia de no haber cazado a ningún manifestante o a saber), con una rabia que invitaba a no retroceder hacia donde estaba él.
Las cargas continuaron durante toda la noche, por diferentes puntos de la ciudad de Madrid. La ciudad estaba infestada de antidisturbios. De hecho, hasta llegar a Atocha de nuevo, fueron varias las dotaciones de antidisturbios que pudimos ver, y en algunos casos, armados hasta los dientes y apuntando con las bocachas hacía la gente que se les acercaba. De hecho, a un señor mayor que al pasar por una dotación de antidisturbios que “protegía” el McDonald’s de Atocha les recriminó las cargas, no tuvieron ningún problema en atizarle y aporrearlo.
La violencia policial fue totalmente desproporcionada, agresiva, violenta. Como siempre lo ha sido. Y existen sobrados videos, que no se han expuesto en ningún momento en ningún canal de TV nacional, que así lo corrobora.
Los heridos graves, los que realmente han sufrido heridas de gravedad, han sido solamente dos, ambos manifestantes. Y no esos heridos graves de la Policía, difundidos por medios nacionales que, sorprendentemente, curaban milagrosamente dos días después, incluso el que “supuestamente estaba en coma” (otro de los muchos bulos difundidos), recibiendo todos el alta. El primer herido grave fue un joven que perderá el testículo y parte del otro. El segundo, del que tenemos noticias hoy por la prensa oficial (pero que sabemos desde el 23M) perderá la visión del ojo. Abajo tenéis el informe médico.
Sin título-1
Ante toda esa violencia, ante todas esas agresiones policiales, ante esa falta de miramientos para gasear a los manifestantes o apalearles o dispararles balas de goma, los manifestantes tenían dos opciones: ponerse en posición de loto y dejarse pegar como los ultrapacifistas reclaman, como hemos visto muchas veces, para provocar la carcajada policial y para, de paso, comerse unas cuantas multas. La segunda opción era responder a las agresiones de la policía. Los manifestantes eligieron la segunda. E hicieron, en mi opinión, lo correcto. Cuando esa policía lleva meses apaleando, cuando ves, en la misma manifestación, como se gasea a los manifestantes, como hay manifestantes heridos, cuando sabes que lo único que puedes esperar son palos, decidir la opción de defenderte y negarte a que te pisen la cabeza o a que te envíen al hospital (o al cementerio como hicieron con Iñigo Cabacas) es la opción más razonable. ¿No es eso mismo que EL PAÍS y La Sexta aplauden o el ABC cuando se trata de Venezuela y Ucrania? Pues eso.
Un beso y una piedra, la foto símbolo de la protesta en Caracashttp://t.co/bj8HqGM5pf #Venezuelapic.twitter.com/4mvCNRyhVH — ABC.es (@abc_es) marzo 24, 2014
Claro que en España, esta otro para ABC sería Terrorismo o Kale Borroka.
A la espera pic.twitter.com/oZmNHzC6g0 — juan carlos mohr (@juancarlosmohr) marzo 23, 2014
No solo eso. Esa policía es, como ellos mismos proclaman, orgullosos, la defensora del “orden vigente”. El orden vigente es el que permite que haya un 30% de niños pasando hambre en España. El orden vigente es el que tolera que los recortes maten a un niño que llevaba esperando tiempo la ayuda de dependencia. El orden vigente son los miles de desahucios realizados por esos mismos policías. Por lo tanto, ellos son también CULPABLES. No solamente son culpables, sino que a quiénes osan protestar, se encargan de apalearlos y maltratarlos. Por lo tanto, los débiles, los manifestantes, los que están siendo machacados, agredidos y maltratados, tienen todo el derecho a ejercer el derecho de resistencia. Todo el derecho a defenderse de las brutales agresiones de esos uniformados. Y eso es lo que hicieron el sábado. No seré yo quien se abstenga, como un cobarde, de aplaudirles. De no ser por ellos, muchos hoy no estaríamos contándolo, posiblemente, por haber recibido porrazos y pelotazos de goma.
De hecho, en la asamblea celebrada el domingo, tuve la oportunidad de intervenir, tras ver como gente adicta al pacifismo sin sentido repartía su propaganda, manifestando, de una manera muy clara, lo mismo que escribo en estas líneas.
La campaña de criminalización está siendo brutal. Cualquiera habrá visto que las imágenes de los pobres policías -que provocaron la carga, cargaron, gasearon pero obtuvieron respuesta- salen boletín informativo tras boletín informativo. En la Sexta, por ejemplo, llevan saliendo desde el informativo del domingo al mediodía de forma ininterrumpida. Por no hablar de la “falsa muleta”, las fotos de policías venezolanos heridos. Es repugnante.
Las pruebas falsas de la policía Para criminalizar las #MarchasDignidad22Mpic.twitter.com/YYOXnybSjX — No Soy Del PP (@elpadrecorajede) marzo 25, 2014
Mientras tanto, de los manifestantes heridos, nadie habla, o lo hace a cuentagotas. De las falsas pruebas de la Policía, solo un desmentido de corto tiempo después de haber usado la falsa muleta para abrir tres o cuatro informativos. En estos días he (y supongo que muchos otros también) podido comprobar como los medios me engañaban en mis propias narices. Pero no solo eso. Además de la campaña de victimización de la policía, vemos incluso como Policías justifican abiertamente disparar contra manifestantes y como, desde la prensa fiel, allanan el terreno para que la
“opinión pública” (es decir, la opinión fabricada por cinco multinacionales de la información como PRISA, MediaSet, Unedisa, Vocento y Planeta crean) comprenda que la policía use su arma.
Los prodisturbios siguen pidiendo a gritos en su foro que la próxima vez sean cócteles incendiarios en lugar de piedras pic.twitter.com/s4QuTH7Gq5 — Peter blum (@Peter_blum) marzo 25, 2014
El tema de la manipulación mediática dará para otro escrito. Simplemente, muchos de esos que ahora, movidos por lo que su TV favorita les dicta, claman contra los manifestantes y defienden a los policías (y no pocos) deberían preguntarse ¿Quién les deja en el paro? ¿Quién os recorta en Educación y Sanidad?¿Quién desahucia? ¿Quién, llegado el caso, os abrirá la cabeza cuando oséis protestar? ¿Los manifestantes? ¿Las personas que llenaban Madrid el sábado?. Evidentemente no.
Yo no exijo que mi versión sea la única válida. Solo pido y ruego, a cada uno de los lectores de esta carta, que contrasten información, que la filtren, que sean críticos y que investiguen por sí mismos. Algo raro debe pasar cuando se sacan imágenes diarias de las “agresiones a la policia” y no se saca una sola de los “manifestantes heridos por carga policial”. Cuando la noticia de la pobreza infantil apena dura unos minutos (eso es violencia) mientras tenemos debate sobre la actuación de los manifestantes y no debate sobre la actuación de la Policia. Cuando las mismas cadenas que llamaban “luchadores por la libertad” a los manifestantes armados con catapultas y cócteles molotov, llaman a condenar la “violencia” de manifestantes que se defendían con piedras en Madrid.
Concluiré este escrito con una cita de Malcom X que está de rabiosa actualidad. “Si no estáis prevenidos ante los medios de comunicación, os harán amar al opresor y odiar al oprimido”
Un cordial saludo.
PD1: Si consideras que este escrito merece ser leído por más personas, ayuda a su difusión y pincha en este enlace.
PD2: Desde el sábado, un chaval de solo 20 años, Miguel, sin antecedentes penales, está en prisión por haber asistido a esa manifestación. Criminalizado por la prensa, que sacó una supuesta conversación del joven -que el abogado niega y denuncia que se trata de una invención policial- está en prisión por luchar, como esos miles y miles de asistentes. Es una persona presa por razones políticas, por haber ido a la protesta y por haberse defendido, supuestamente, de los antidisturbios. Es alguien que podríamos haber sido, en su lugar, cualquiera de nosotros. Igual que la falsa muleta ¿quien nos dice que lo que la policia dice que hizo es cierto? Y de ser así ¿cómo puede ser que personas por delitos más graves se rían de nosotros? ¿Cuántos policias han sido encarcelados por dejar sin ojo o sin vida a un manifestante/viandante?
Podría extenderme más, pero creo que es obligación moral de todos los que entendemos y tenemos una mínima conciencia social. reclamar, fuerte y sin paliativos, su liberación. Luchó por nosotros, por todos. Ayer fue él, mañana puedes ser tú
#Miguel22MLibertad

6/4/14

Detienen a otras 8, no, 11 personas (ninguna es policía) por los disturbios del 22-M.


Los represores, que provocaron desorden público, atentaron contra la autoridad popular y causaron lesiones por decenas, acusan de esos delitos a otrxs.

Once personas han sido detenidas y otras nueve imputadas en una operación policial abierta contra los que participaron en la enorme manifestación de las Marchas de la Dignidad el pasado 22 de marzo, posteriormente reprimida sin motivos y sin contemplaciones por la Policía. Ese día hubo 21 detenidos, uno de los cuales, Miguel, injustamente sigue en prisión preventiva.
Según fuentes cercanas a varios detenidos, así como las redes sociales, estas personas se encontraban en ese momento en su casa o en su puesto de trabajo. La Policía, decidida a sentar un precedente represivo para aquellos que en un futuro (más cercano que lejano) decidan participar en nuevas marchas millonarias, informa que la operación se encuentra todavía en una primera fase y continua abierta por lo que se esperan más detenciones.
Todas las actuaciones represivas se han llevado a cabo en Madrid y se trata en todos los casos de personas mayores de edad, a los que se les acusa de delitos de desordenes públicos, atentado a la autoridad y lesiones.

La operación ha recibido el nombre de Puma 70, en alusión al grupo de antidisturbios que provocó los mayores desmanes entre el más de un millón de participantes en la marcha. Luego, el exceso de anfetamina les llevó a quedar rodeados en el Paseo de Recoletos y recibir de los manifestantes la respuesta a sus ataques.
Varios de los detenidos habían sido ya llamados a declarar ante el juez el próximo 10 de abril, según informan fuentes cercanas, por lo que sus abogados no entienden el porqué de los arrestos, a menos que se deba a la difusión de fotos y vídeos donde se ve claramente que los policías no controlaban sus propios actos y tomaban decisiones suicidas. Ellos o sus mandos políticos.
Las autoridades, prestas como siempre a encasillar a todo el que se sale del guión, para tranquilizar a los que miran desde su campana de cristal, asegura que los detenidos en esta operación son "anarquistas, antifascistas y bukaneros".
Además, sin sonrojarse, insisten en que para la identificación de los detenidos e imputados ha sido determinante la "colaboración ciudadana". Si eso fuera verdad, sería el argumento definitivo para demostrar que no son ni anarquistas, ni antifascistas, ni bukaneros.

4/4/14

La prostitución. Por Emma Goldman.

Nuestros reformistas hicieron de repente un gran descubrimiento: la trata de blancas. Los diarios se llenaron
de exclamaciones y hablaron de cosas nunca vistas e increíbles, y los fabricantes de leyes se prepararon para proyectar un haz de leyes nuevas a fin de contrarrestar esos horrores.
Es altamente significativo este hecho toda vez que a la pública opinión se le presenta, como si fuera una distracción más, unos de estos males sociales, enseguida se inaugura una cruzada contra la inmoralidad, contra el juego de azar, las salas de bailes, etc. ¿Y cuáles son los resultados de semejantes campañas aparentemente moralizadoras? El juego aumenta cada vez más, las salas funcionan clandestinamente a la luz del día, la prostitución se encuentra siempre al mismo nivel y el sistema de vida de los proxenetas y sus similares se vuelve un poco más precario.
¿Cómo puede ser que esta institución, conocida hasta por los niños de teta, haya sido descubierta recientemente? ¿Qué es, después de todo, este gran mal social, -reconocido por todos los sociólogos- para que dé lugar a tanto ruido y a tanta alharaca la publicación de todas esas informaciones?
Resumiendo las recientes investigaciones sobre la trata de blancas -por lo pronto muy superficiales- nada de nuevo se descubrió. La prostitución ha sido y es una plaga sumamente extendida, y asimismo la humanidad continuó hasta ahora imbuida en sus asuntos, indiferente a los sufrimientos y a la desventura de las víctimas de ese tráfico infame; tan indiferente como lo fue ante nuestro sistema industrial, o ante la prostitución económica.
Solamente cuando el humano dolor se convierte en una diversión, en una especie de juguete de brillantes colores, el niño que es el pueblo se interesa por él, siquiera un tiempo determinado; el pueblo es un niño de carácter veleidoso; todos los días quiere un juguete nuevo. Y el desaforado grito contra la trata de blancas, es precisamente eso. Le servirá para divertirle durante un tiempo y también dará lugar a que se instituya una serie de puestos públicos, unos cuantos parásitos más, que se pasearán por ahí, como detectives, inspectores, miembros investigadores, etc.
¿Cuál es la verdadera causa que origina el tráfico de la mujer, no solamente de la blanca, sino de la negra y la amarilla? Naturalmente es la explotación, que engorda el fatídico Moloch del capitalismo con una labor pagada a un misérrimo precio, lo que empuja a miles de jóvenes mujeres, muchachas y niñas de poca edad hacia el pozo sin fondo del comercio del lenocinio. Es que todas ellas sienten y opinan como la Sra. Warren: ¿para qué agotar la existencia por la paga de algunos chelines semanales en un obrador de modista, etc., durante diez, once horas por día?
Es lógico esperar que nuestros reformistas no dirán nada acerca de esta causa fundamental. Comprenden demasiado que son verdades que rinden poco. Es más provechoso desempeñar el papel del fariseo, esgrimir el pretexto de la moral ultrajada, que descender al fondo de las cosas.
Sin embargo, hay una recomendable excepción entre los jóvenes escritores: Reginald Wright Kauffmong, cuyo trabajo The House of Bondage es uno de los primeros y serios esfuerzos para estudiar este mal social, no desde el punto de vista sentimental del filisteísmo burgués. Periodista de vasta experiencia, demuestra que nuestro sistema industrial no ofrece a muchas mujeres otras alternativas que las de la prostitución. La heroína femenina que se retrata en The House of Bondage, pertenece a la clase trabajadora. Si el autor hubiese pintado la vida de una mujer de otra esfera, se habría hallado con idéntico asunto y estado de cosas.
En ninguna parte se trata a la mujer de acuerdo al mérito de su trabajo; por eso, ese procedimiento es todavía más flagrantemente injusto. Es imperiosamente inevitable que pague su derecho a existir, a ocupar una posición cualquiera mediante el favor sexual. No es más que una cuestión de gradaciones que se venda a un hombre, casándose, o a varios. Que nuestros reformistas lo admitan o no, la inferioridad social y económica de la mujer, es directamente responsable de su prostitución.
Justamente en estos días la buena gente se asombró de ciertas informaciones, donde se demostraba que solamente en Nueva York, de diez mujeres que trabajaban en fábricas, nueve percibían un salario de seis dólares semanales por 48 horas de trabajo, y la mayoría de ellas debían afrontar varios meses de desocupación; lo que en total representaba una suma anual de 280 dólares. Ante estas horribles condiciones económicas, ¿hay motivo de asombro al constatar que la prostitución y la trata de blancas se hayan convertido en un factor tan predominante?
Si las precedentes cifras pueden ser consideradas exageradas, no estará de más escuchar lo que opinan algunas autoridades en materia de prostitución:
Las múltiples causas de la creciente depravación de la mujer se hallan en los cuadros estadísticos, indicando la trayectoria de los empleos ocupados, sus remuneraciones antes de que se produjera su caída; entonces se dará la oportunidad para que el economista político decida si la mera consideración de los negocios es una suficiente disculpa para el patrono que disminuye el nivel general de los jornales obreros o si bien aumentándolos en un pequeño porcentaje, los contrabalancea, por la enorme suma de tasas y ex-acciones impuestas al público sobre los gastos que éste hace al adentrarse -para su satisfacción- en la vasta maquinación de los vicios, la cual es un resultado directo, la mayoría de las veces, de una insuficiente retribución del trabajo honesto.(Dr. Sanger, La Historia de la Prostitución).
Nuestros actuales reformistas podrían muy bien enterarse del libro del Dr. Sanger. Entre 2,000 casos observados por él, son raros los que proceden de la clase media, de un hogar en prósperas condiciones. La gran mayoría salen de las clases humildes y son, por lo general, muchachas y mujeres trabajadoras; algunas caen en la prostitución a causa de necesidades apremiantes; otras debido a una existencia cruel de continuo sufrimiento en el seno de su familia, y otras debido a deformaciones físicas y morales (de las que hablaré después). También para edificación de puritanos y de moralistas, había entre esos dos mil casos, cuatrocientas mujeres casadas que vivían con sus maridos. ¡Es evidente que no existía mucha garantía de la pureza de ellas en la santidad del matrimonio!
El Dr. Blaschko en Prostitution in the Nineteenth Century, hace resaltar más aún que las condiciones económicas son los más poderosos factores de la prostitución.
Aunque la prostitución existió en todas las edades, es el siglo XIX el que mantiene la prerrogativa de haberla desarrollado en una gigantesca institución social. El desenvolvimiento de esta industria con la vasta masa de personas que compiten mutuamente en este mercado de compra y venta, la creciente congestión de las grandes ciudades, la inseguridad de encontrar trabajo, dio un impulso a la prostitución que nunca pudo ser soñado siquiera en periodo alguno de la historia humana.
Otra vez Havelock Ellis, aunque no se incline absolutamente hacia las causas económicas, se halla empero obligado a admitir que directa o indirectamente éstas vienen a ser uno de los tantos motivos, y de los principales. Encuentra, pues, que un gran porcentaje de prostitutas se reclutan entre las sirvientas, no obstante sufrir menos necesidades. Pero el autor no niega que la diaria rutina, la monotonía de sus existencias de servidumbre, sin poder compartir nunca las alegrías de un hogar propio, sea también causa preponderante que las obliga a buscar el recreo y el olvido en la vida de los ficticios placeres de la prostitución. En otras palabras, la muchacha que es sirvienta no posee nunca el derecho de pertenecerse a sí misma; maltratada y fatigada por los caprichos de su ama, no puede encontrar otro desahogo que el de prostituirse un día u otro, lo mismo que la muchacha de la fábrica y de la tienda.
La faz más divertida de esta cuestión que acaba de hacerse pública, es la superabundante indignación de nuestras buenas y respetables personas, y especialmente de algunos caballeros cristianos, quienes siempre encabezan esta suerte de cruzadas y también otras que surjan de cualquier parte o por cualquier motivo. ¿Es que ellos ignoran completamente la historia de las religiones y particularmente de la cristiana? ¿Por qué razones deberían gritar contra la infortunada víctima de hoy, desde que es conocido por los estudiosos de alguna inteligencia que el origen de la prostitución es, precisamente, religioso, lo que la mantuvo y la desarrolló por varios siglos, no como una vergüenza, sino como digna de ser coronada por el mismo dios?
Parece que el origen de la prostitución se remonta a ciertas costumbres religiosas, siendo la religión la gran conservadora de las tradiciones sociales, la preservó en forma de libertad necesaria y poco a poco pasó a la vida de las sociedades. Uno de los ejemplos típicos lo recuerda Herodoto; quinientos años antes de Cristo, en el templo Mylitta, consagrado a la Venus babilónica, se establecía que toda mujer que llegase a edad adulta había de entregarse al primer extraño que le arrojase un cobre en la falda como signo de adoración a la diosa. Las mismas costumbres existían en el oriente de Asia, en el norte de África, en Chipre, en las islas del Mediterráneo, y también en Grecia, donde el templo de Afrodita en Corinto poseía más de mil sacerdotisas dedicadas a su servicio.
El hecho que la prostitución religiosa se convirtiese en ley general, apoyada en la creencia que la actividad genésica de los seres humanos poseía una misteriosa y sagrada influencia para promover la fertilidad de la naturaleza, es sostenido por todos los escritores de reconocida autoridad en la materia. Gradualmente y cuando la prostitución llegó a ser una institución organizada bajo la influencia del clero, se desarrolló entonces en sentido utilitario, coadyuvando así a las rentas públicas.
El Cristianismo, al escalar el poder político cambió poco semejante estado de cosas de la prostitución. Los meretricios bajo la protección de las municipalidades se encontraban ya en el siglo XIII. Los principales jefes de la Iglesia los toleraron. Constituían esas casas de lenocinio una especie de servicio público, cuyos dirigentes eran considerados como empleados públicos. (Havelock Ellis, Sex and Society).
A todo esto débese agregar lo que escribe el Dr. Sanger en su libro citado anteriormente:
El papa Clemente II, dio a la publicidad una bula diciendo que se debía tolerar a las prostitutas, porque pagaban cierto porcentaje de sus ganancias a la Iglesia.
El papa Sixto IV fue más práctico; por un solo meretricio que él mismo mandó construir, recibía una entrada de 20,000 ducados.
En los tiempos modernos la Iglesia se cuida más, respecto a este asunto. Por lo menos abiertamente no fomenta el comercio del lenocinio. Encuentra mucho más provechoso constituirse en un poder casi estatal, por ejemplo la Iglesia de la Santísima Trinidad, y alquilar a precios exorbitantes las reliquias de un muerto a los que viven de la prostitución.
Aunque desearía mucho extenderme sobre la prostitución de Egipto, de Grecia, de Roma y de la que existió durante la edad media, el espacio no me lo permite. Las condiciones de este último periodo son particularmente interesantes, ya que el lenocinio se organizó en guildas -asociaciones gremiales- presidido por el rey de un meretricio. Estas corporaciones empleaban la huelga como medio de mantener inalterable sus precios. Por cierto es algo mucho más práctico que el usado por los explotadores modernos de ese mismo tráfico.
Pero sería demasiado parcial y superficial por nuestra parte, sostener que el factor económico es la única causa de la prostitución. Hay otros no menos importantes y vitales. Los mismos reformistas los reconocen, mas no se atreven a discutirlos, ni hacerlos públicos, y menos aumentar esa cuestión, que es la savia de la verdadera vida del hombre y de la mujer. Me refiero al tema sexual, cuya sola mención produce ataques espasmódicos en la mayoría de las personas.
 

Se concede que una mujer es criada más para la función sexual que para otra cosa; no obstante se la mantiene en la más absoluta ignorancia sobre su preponderante importancia. Cualquier cosa que ataña a este asunto se le suprime con aspaviento, y la persona que intentara llevar la luz a estas espesas tinieblas, sería procesada y arrojada a la cárcel. Sin embargo, sigue siendo incontrovertible que mientras se continúe en la creencia que una joven no debe aprender a cuidarse a sí misma, ni debe saber nada acerca de la más importante función de su vida, no tiene que sorprendernos que llegue a ser fácil presa de la prostitución, o de otra forma de relaciones, que la reducen a convertirse en un mero instrumento sexual.
A esta criminal ignorancia se debe que la entera existencia de una joven resulte deformada y estropeada. Desde hace tiempo la gente se halla convencida que un muchacho, en su adolescencia, sólo responde al llamado de su naturaleza, es decir, tan pronto como despierta a la vida sexual puede satisfacerla; pero nuestros moralista se escandalizarían al sólo pensar que una muchacha de esa edad hiciese lo mismo. Para el moralista la prostitución no consiste tanto en el hecho que una mujer venda su cuerpo, sino en que lo venda al margen del hogar, del matrimonio. Este argumento no as muy infundado, ya que lo prueban la cantidad de casamientos por conveniencias monetarias, legalizados, santificados por la ley y la opinión pública; mientras que cualquier otra unión, aun siendo más desinteresada y espontánea, será considerada ilegítima, y por ende condenada y repudiada. Y eso que la prostitución, definida con propiedad, no significa otra cosa que la subordinación de las relaciones sexuales a la ganancia. (Guyot, La Prostitución).
Son prostitutas aquellas mujeres que venden su cuerpo, ejerciendo actos sexuales y haciendo de ellos una profesión (Banger, Criminalité et Condition Economique).
En efecto, Banger va más allá; sostiene que el acto de prostituirse es intrínsecamente igual para el hombre y la mujer que contrae matrimonio por razones económicas.
Naturalmente, el matrimonio es el único fin a que tienden todas las jóvenes, pero a miles de muchachas, cuando no pueden casarse, nuestro convencionalismo social las condena al celibato o a la prostitución. Y la naturaleza humana afirma siempre su improrrogable derecho, sin cuidarse de las leyes; ya que no existen razones plausibles para que esa naturaleza se adapte a una pervertida concepción de moralidad.
Generalmente la sociedad considera el proceso sexual del hombre como un atributo de su propio desarrollo viril; entre tanto, lo que idénticamente se realiza en la vida de la mujer es mirado como una de las más terribles calamidades: la pérdida del honor. y todo lo que es bueno y noble en la criatura humana. Esta doble modalidad moral tuvo no poca participación en la creación y perpetuación de la prostitución. Ello entraña mantener a la juventud femenina en una absoluta ignorancia de la cuestión sexual, con el pretexto de la inocencia, junto con una represión anormal de los deseos genésicos, lo que contribuye a originar morbosos estados de ánimo, que nuestros puritanos particularmente ansían evitar y prevenir.
Tampoco la venta de los favores sexuales ha de conducir necesariamente a la prostitución; es más bien responsable la cruel, despiadada, criminal persecución llevada a cabo por los poderosos contra la masa de los vencidos; los primeros tienen aún el cinismo de divertirse a costa de los últimos.
Muchachas, todavía niñas, que trabajan amontonadas, en talleres, a veces con temperaturas tórridas, durante diez o doce horas al pie de una máquina, forzosamente deben hallarse en una constante sobreexcitación sexual. Muchas de esas muchachas no poseen hogares confortables ni nada parecido; al contrario, viven en continua penuria; entonces la calle o cualquier diversión barata le servirá para olvidar la rutina diaria. Todo esto trae como consecuencia natural la proximidad de los dos sexos. Es pues, muy difícil afirmar cuál de los dos factores condujeron a ese punto culminante de la sobreexcitación sexual de la joven; mas el resultado será el mismo. Ese es el primer paso hacia la prostitución. No es ella la responsable, por cierto. Al contrario, esa falta recae sobre la sociedad; es la total carencia de comprensión; nuestra falta de una justa apreciación de los sucesos de la vida; especialmente la culpa es del moralista, que condena a la que cayó para una eternidad, solamente porque se desvió del sendero de la virtud; eso es, porque realizó su primera experiencia sexual sin la sanción de la iglesia y del Estado.
Ella se sentirá completamente al margen de la vida social, que le cerrará las puertas. Su misma educación y todo lo que se le ha inculcado, hará que se reconozca una depravada, una criatura caída para siempre, sin el derecho a levantarse más, sin que nadie le extienda la mano; al contrario, se tratará de hundirla cada vez más. Es así como la sociedad crea las víctimas y luego vanamente intenta regenerarlas. El hombre más mezquino, el más corrompido y decrépito podrá aún considerarse muy bueno para casarse con una mujer, cuya gracia comprará muy ufano, en vez de pensar que puede salvarla de una vida de horrores. Tampoco podrá dirigirse a su hermana la honesta en busca de amparo, de auxilio moral; ésta, en su estupidez, teme mancillar su pureza y castidad, no comprendiendo que en muchos aspectos su posición es más lamentable que la de su hermana en la calle.
La mujer que se casa por dinero, comparada con la prostituta, es verdaderamente un ser despreciable, dice Havelock Ellis. Del mismo modo se prostituye, se le paga menos, en cambio, por su parte retribuye mucho más en trabajo y cuidados y se halla atada a un solo dueño. Por empezar, la prostituta nunca firma un contrato, por el cual pierde todo derecho sobre su persona, conserva su completa libertad de entregarse a quien quiere, no obstante hallarse obligada siempre a someterse a los brazos de los hombres.
No se trata mejor a esa mujer casada, si llegan a su noticia las palabras de la apología de Lecky, al decir de la prostituta: aun cuando sea la suprema encarnación del vicio, es también la más eficiente salvaguarda de la virtud: gracias a ella, cuántos hogares aparentemente respetables escaparon de ser corrompidos, mancillados por prácticas antinaturales; sin ella, estas aberraciones del sentido genésico abundarían más de lo que se puede suponer.


Los moralistas se hallan siempre dispuestos a sacrificar una mitad de la raza humana para conservación de algunas miserables instituciones que ellos no pueden hacer prosperar. En rigor, la prostitución no representa tampoco una salvaguarda más para asegurar la pureza del hogar, como no lo representan esas mismas leyes, cuyos efectos pretende contrarrestar. Casi el cincuenta por ciento de los hombres casados frecuentan los prostíbulos o los patrocinan. Es a través de este virtuoso elemento que las casadas -y aun los niños- contraen enfermedades venéreas. Asimismo no tiene ninguna palabra de condenación para el hombre, mientras que para la indefensa víctima, la meretriz, no hay ley lo suficientemente monstruosa que la persiga y la condene. No es solamente la presa de los que la poseen, durante el ejercicio de su profesión; lo es también de cada policía y de cada miserable detective que la persiga, de los oficialitos de los puestos de policía y de las autoridades de todas las cárceles a donde llegue.
En un reciente libro, escrito por una mujer que regenteó una de esas casas, se puede hallar la siguiente anotación: Las autoridades del lugar me obligaban a pagar todos los meses, en calidad de multa de $14.70 a $29.70; las pupilas debían pagar de $5.70 hasta $9.70 solamente a la policía. Si se tiene en cuenta que la autora hacía sus negocios en una ciudad pequeña, las sumas que cita no comprenden las extras en forma de contravenciones, coimas. etc.; de lo que se puede deducir la enorme renta que reciben los policías de los departamentos, extraídas, sonsacadas del dinero de esas víctimas, que ellos tampoco desean proteger. Guay de la que se rehúse a obrar esa suerte de peaje; será arrastrada como ganado, aunque no fuera más que para ejercer una favorable impresión sobre los honestos y buenos ciudadanos de esas ciudades, o también para obedecer a las autoridades que necesitan cantidades extras de dinero. además de las lícitas. Para las mentalidades enturbiadas por los prejuicios que no creen a la mujer caída incapaz de emociones, les será imposible imaginarse, sentir en carne propia la desesperación, las afrentosas humillaciones, las lágrimas candentes que vierte cuando la hunden cada vez más en el fango.
¿Parecerá acaso extraño que una mujer que regenteara una de esas casas sepa expresarse tan bien con tal vehemencia, sintiendo de tal manera? Más extraño me parece el proceder de este buen mundo cristiano que supo sacar provecho, trasquilar, hacerle pagar su tributo de sangre y dolor a semejante criatura y luego no le ofrece otra recompensa que la detracción y la persecución. ¡Oh la caridad de este buen mundo cristiano!
Se está investigando con mucha violencia contra la trata de blancas que se importa desde Europa a Norteamérica. ¿Cómo podrá conservarse virtuoso este país si el viejo mundo no le presta su ayuda? No niego que en una pequeña parte sea esto verdad, tampoco niego que existen emisarios en Alemania y en otras naciones haciendo su innoble comercio de esclavas con los Estados Unidos. Pero me niego absolutamente a creer que este tráfico asuma apreciables proporciones, en lo que respecta a Europa. Si es verdad Que la mayoría de las prostitutas de Nueva York son extranjeras, sucede también por lo mismo que la mayoría de su población está compuesta de extranjeros. Desde el momento que se va a otra ciudad del territorio norteamericano, Chicago, por ejemplo, encontraremos que las prostitutas extranjeras se hallan en ínfima minoría.
Igualmente exagerada es la creencia basada en que la mayoría de las mujeres que comercian sus encantos en las calles de esta ciudad, ejercitaban el mismo tráfico en sus países respectivos antes de venir a Norteamérica. Muchas de estas muchachas hablan un excelente inglés, se americanizaron en sus modales y su vestir, lo que es un fenómeno imposible de adaptación, de verificarse, a menos que hayan permanecido bastantes años en este país. Lo cierto es esto, que fueron arrastradas a la prostitución por las condiciones del ambiente norteamericano, a través de las costumbres norteamericanas, inclinadas a un lujo excesivo, a la afición desmedida por sombreros y vestidos vistosos, y naturalmente para todas estas cosas se necesita dinero, un dinero que no se gana en las fábricas, ni en las tiendas.
En otras palabras, no hay razón para creer que ningún grupo comercial de hombres deseen correr los riesgos de gastos exorbitantes para importar aquí productos extranjeros, cuando por las mismas condiciones del ambiente el mercado rebasa con miles de muchachas del país. Por otra parte, hay también pruebas suficientes para afirmar que la exportación de mujeres jóvenes norteamericanas, no es tampoco un factor desdeñable.
Ahí está un ex secretario de un juez de Cook County, III., Clifford G. Roe, quien acusó abiertamente que se embarcaban muchachas del Estado de Nueva Inglaterra para el exclusivo uso de los empleados del Tío Sam en Panamá. Mr. Roe agregaba que le pareció que había un ferrocarril subterráneo entre Boston y Washington, en el que continuamente viajaban mujeres de esas. ¿No es muy sugestivo que esa línea ferroviaria vaya a morir en el centro y en el corazón de las autoridades federales? Ese Roe dijo mucho más de lo que se deseaba en las esferas oficiales, y la prueba es que al poco tiempo fue destituido. No es muy sensato que los empleados de la administración nacional se pongan a narrar cierta clase de cuentos.
Las excusas que se adujeron para aminorar la gravedad de este suceso, estribaban en las particularidades climatológicas de Panamá y en que allí no existía ningún meretricio. Es el sólito sofisma, la sólita hoja de parra con la que un mundo hipócrita quiere escudarse porque no se atreve a enfrentar la verdad.
Después de Mr. Roe se halla James Bronson Reynolds, quien hizo un estudio completo de la trata de blancas en Asia. Siendo este un típico norteamericano y amigo del futuro Napoleón estadounidense, Teodoro Roosevelt, se puede asegurar que es el último hombre que intenta desacreditar las virtudes innatas de su país. Así es como nos informa sobre los establos de Augias del vicio norteamericano. Hay allí prostitutas norteamericanas que se pusieron de tal modo en evidencia, que en el Oriente la American girl es sinónimo de prostituta. Mr. Reynolds le hace recordar a sus conciudadanos que mientras los norteamericanos en China se hallan bajo la protección de sus cónsules, los chinos en Estados Unidos están completamente desamparados. Todos los que conocen las brutales y bárbaras persecuciones que la raza amarilla soporta en casi toda la costa del Pacífico, han de ver con agrado la amonestación de Mr. Reynolds.
En vista de todos los hechos descriptos, es un poco absurdo señalar a Europa como un foco de infección, de donde proceden la mayoría de las enfermedades sociales que llegan a las playas norteamericanas. Y esto es tan absurdo como proclamar que la raza judía es la que proporciona el más cuantioso contingente de esta desarmada presa ante todos los apetitos. Estoy segura que nadie podrá acusarme de nacionalista en ningún sentido. He podido despojarme de este prejuicio como de otros, de lo que me hallo muy satisfecha. Es por eso que me fastidia oír la afirmación de que aquí se importan las prostitutas judías, y si protesto acerca de tal infundio, no es por mis simpatías judaizantes, sino por los rasgos inherentes de la vida de esa gente, que conozco muy bien. Nadie ha de decir que las jóvenes judías emigran a tierras extrañas, si no sabe que algún pariente cercano o lejano ha de acompañarlas. La muchacha judía no es aventurera. Hasta hace pocos años no abandonaba su hogar, aun para ir a la próxima aldea o ciudad, donde podía visitar a alguien de su relación. ¿Es entonces probable que una joven judía deje su familia, viaje miles de millas hacia tierras desconocidas bajo la influencia de promesas y de fuerzas extrañas? Id si queréis hacia esos grandes transatlánticos y comprobad si esas muchachas no llegan acompañadas con sus parientes, hermanos, tías o familias amigas. Habrá excepciones, naturalmente, pero de ahí a establecer que un gran número de jóvenes judías vienen importadas con el propósito de la prostitución y de cosas parecidas, es desconocer completamente la psicología hebrea.
Los que viven en casas de cristal no deberían arrojar piedras al techo de las ajenas; además, los cristales norteamericanos son un poco delgados y pueden romperse fácilmente, y en el interior no habrá cosas placenteras para ser exhibidas en público.
Adjudicar el aumento de la prostitución a la alegada importación extranjera, al hecho de extenderse cada vez más el proxenetismo, es de una superficialidad abrumadora. Como ya me referí al primer factor, el segundo, los proxenetas, detestables como son, no se debe ignorar que forma parte esencialmente de una fase de la prostitución moderna, fase acentuada por las persecuciones y los castigos resultantes de las esporádicas cruzadas llevadas a cabo contra ese mal social.
El proxeneta, no dudando que es uno de los miserables especimenes de la familia humana, ¿en qué manera puede ser más despreciable que el policía, quien le arranca hasta el último centavo a la pobre trotadora de la calle para luego conducirla presa todavía? ¿Cómo el proxeneta ha de ser más criminal, o una más grande amenaza para la sociedad cuando los propietarios de grandes almacenes, de tiendas o fábricas, buscan sus víctimas entre el personal femenino para satisfacer sus ansias bestiales y después enviarlas a la calle? No intento defender al proxeneta de ningún modo, mas no comprendo por qué se le ha de dar caza despiadadamente, cuando los verdaderos perpetradores de las iniquidades sociales gozan de inmunidad y de respeto. Entonces, hay que recordar muy bien que ellos también contribuyen a hacer a las prostitutas, no solamente el proxeneta. Es por nuestra vergonzosa hipocresía que se creó la prostituta y el proxeneta.
Hasta el año 1894 estaba muy poco difundido en Norteamérica el hombre que vivía exclusivamente de las mujeres alegres. Por entonces tuvimos unos ataques epidérmicos de virtud. El vicio debía abolirse y el país purificarse a toda costa. El cáncer social fue extirpado del exterior para que sus raíces arraigaran más hondamente en el organismo de la nación. Los propietarios de prostíbulos y sus infelices víctimas se hallaron a merced de la policía. Se subsiguió la inevitable consecuencia con exorbitantes multas, las coimas y la penitenciaría.
Las pupilas antes relativamente amparadas en los meretricios, por representar ellas cierto valor monetario, se encontraron en la calle como presas indefensas en las manos del policía groseramente codicioso. Desesperadas, necesitando que alguien las protegiera amándolas, les fue muy fácil caer en los brazos de los proxenetas, uno de los productos más genuinos de nuestra era comercial. De ahí que la modalidad social del proxenetismo no fue más que una excrescencia natural de las persecuciones de la policía, de las bárbaras puniciones y el intento siempre frustrado de suprimir la prostitución. Sería absurdo confundir esa faz moderna de los males sociales con esta última.
La opresión simple y pura y los proyectos de leyes coercitivas no han de servir más que para amargar a la infortunada víctima de su misma ignorancia y estupidez, y luego llevarla a la última degradación. Uno de ellos logró su máxima severidad, proponiendo que a las prostitutas se les diera el tratamiento de los criminales, y las cogidas en flagrante, se las penaría con cinco años de cárcel y 10,000 dólares de multa. Semejante actitud sólo demuestra la obtusa incomprensión de las verdaderas causas de la prostitución, como factor social, como también esto es una manifestación del puritánico espíritu de otros días sangrientos en la historia del puritanismo.
No existe un escritor moderno que al tratar este asunto no señale la completa futilidad de estos métodos legislativos con sus innumerables medios de coerción. El Dr. Blaschko dice que las represiones gubernativas y las cruzadas moralizadoras nada consiguen más que dispersar el mal social que quieren combatir por miles de otros conductos secretos, multiplicando así los peligros para la sociedad. Havelock Ellis. el temperamento más humanitario y el estudioso más profundo de la prostitución, nos hace comprobar con el fehaciente testimonio de citas históricas, que cuanto más drástico es el método de represión, mucho más empeora las condiciones de ese mal. Entre una de esas citas se halla la siguiente: En 1560 Carlos IX abolió con un edicto todos los prostíbulos; pero el número de las meretrices no hizo más que aumentar, mientras otras casas de lenocinio fueron apareciendo clandestinamente, siendo mucho más peligrosas que las anteriores. A despecho de esa legislación, o por causa de ella, no hubo país entonces en el que la prostitución se extendiera con más fuerza, jugando un rol preponderante. (Sex and Society).
Solamente una opinión pública inteligentemente educada, que deje de poner en práctica el ostracismo legal y moral hacia la prostitución, ha de coadyuvar al mejoramiento del presente estado de cosas. Cerrar los ojos por un falso pudor y fingir ignorancia ante este mal y no reconocerlo como un factor social de la vida moderna, no hará más que agravarlo. Debemos estar por encima de la estúpida noción soy mejor que tú, tratando de ver en la prostituta solamente a un producto de las condiciones sociales. Semejante actitud por parte nuestra, al desterrar para siempre toda postura hipócrita, establecerá una más amplia comprensión, haciéndonos espiritualmente aptos para otorgarle un trato más humanitario, casi fraternal a esas desventuradas.
Respecto a la total extirpación de la prostitución, nada, ningún método podrá llevar a cabo esa magna empresa, sino la más completa y radical transmutación de valores, en la actualidad falsamente reconocidos como beneficiosos -especialmente en lo que atañe a la parte moral- junto con la abolición de la esclavitud industrial, su causa causarum

Escrito en 1910 por Emma Goldman