25/3/22

Contra la guerra, el estado, el fascismo y el imperialismo (APO)




¿Quién devuelve a los pueblos al matadero de la guerra con precisión matemática, de la que nunca escaparon los países y lxs individuxs que no tuvieron la suerte de nacer en el llamado Occidente "desarrollado"? ¿Son Putin y su "autoritarismo oriental" los halcones belicistas de Estados Unidos o la línea dura neo-liberal de la Unión Europea? La respuesta es sencilla: TODOS ellos, porque lo que hace nacer las guerras, los conflictos, las injusticias, la muerte y las tragedias indecibles de la humanidad es el sistema capitalista globalizado. En tiempos de paz somete, explota y exprime a lxs trabajadorxs a lo largo y ancho de la Tierra, oprime y abusa de lxs más débiles y acumula riquezas incalculables para lxs oligarcas globales, por igual en todas partes: en Estados Unidos, en la UE, en Rusia y en China.


Este ataque salvaje que las sociedades están experimentando actualmente, en condiciones de la profunda y amplia crisis sistémica y de la desregulación del sistema político en todo el mundo, está escalando y exponiendo tanto las contradicciones incurables del modelo de organización estatal-capitalista, como su absoluta incapacidad para producir cualquier visión social coherente, perspectiva o esperanza. Las raíces de esta agresión cada vez mayor se encuentran en la propia naturaleza del sistema opresor y explotador. La necesidad de profundizar y ampliar la autoridad y el poder se orienta hacia el control de toda la actividad humana, con el fin de subordinar plenamente la sociedad a los dictados del Estado y de la patronal. El sistema estatal-capitalista se ha construido sobre la base del absurdo de la opresión social y de clase, que busca perpetuarse por cualquier medio posible y, por tanto, perpetuar sus efectos destructivos sobre la sociedad y la naturaleza. Su desintegración ‒tan visible hoy‒ no es el resultado de la crisis multi-facética. Por el contrario, la crisis multi-facética es el resultado de la profunda desintegración y quiebra del sistema a nivel social, político y ético. Es precisamente esta decadencia y quiebra total del mundo, del Estado y del capitalismo lo que constituye el límite de su integración global y, al mismo tiempo, la causa de la intensificación de los conflictos intra-imperialistas y del consiguiente aumento de la amenaza de guerra. El sistema capitalista de Estado sigue trayendo consigo sus propias contradicciones: la competencia entre los cuadros burgueses por su mejor posicionamiento en el tablero para el saqueo y el pillaje y, luego, el reparto de los valiosos ‒aunque limitados‒ recursos naturales para la expansión de su "esfera de influencia" es lo que hace sonar una y otra vez las sirenas de la guerra. Porque, mientras las sociedades estén vinculadas por el llamado "interés nacional", el beneficio privado y la acumulación capitalista, la guerra será la vía única de los imperios en conflicto. Este determinismo capitalista, sin embargo, no significa en absoluto que el sistema de opresión se dirija hacia su propia eliminación, debido a sus propios impases y contradicciones. Si los pueblos no toman su destino en sus manos, las condiciones de vida en general empeorarán aún más, siendo la guerra la principal amenaza, pero también con más empobrecimiento y miseria.


Observamos que, mientras el capitalismo globalizado unifica los campos a través de la colonización del espacio por las relaciones de poder que conlleva, al mismo tiempo, la narrativa nacionalista en cada estado-nación es bien preservada y protegida, ya sea como una supuesta condición necesaria de defensa contra las amenazas visibles e invisibles, o claramente como una preparación ideológica de la gente común para su participación en la maquinaria de guerra de lxs gobernantes. En todas partes las mismas historias de siempre: en Ucrania, una vez más, observamos cómo lxs conocidxs canallas occidentales explotan la protesta social, la desvían para convertirla en un acontecimiento político manipulable, financian a la extrema derecha que se ha desarrollado en un contexto de creciente nacionalismo anti-ruso, logrando imponer en el campo político un gobierno liberal occidental que, mientras está en el poder, legaliza a lxs neo-nazis como vanguardia para el sucio negocio: decenas de individuxs desarmadxs son asesinadxs en Odessa…


Por otro lado, lxs rusxs explotan el recelo de lxs ruso-parlantes de la región, apoyan militarmente sus intentos de escisión y, finalmente, con el conocido pretexto de apoyar a las minorías y el "espacio vital", invaden todo el país de lado a lado para lograr un nuevo vuelco en el ámbito político y devolver a Ucrania a su esfera de influencia. Se bombardea a la población civil, se mata a la gente, se destruyen infraestructuras y vidas... Elegir un bando es como ponerse una pistola en la cabeza. Para el/la pobre, el/la trabajador/a, para alguien que no tiene absolutamente ningún interés en elegir un bando ‒si lo hace‒ equivale a una tragedia sin límites, no sólo porque esto conducirá a través de un paso más rápido en los estragos de la destrucción de la guerra, sino porque significa que no entiende la enorme importancia de hacer todo lo que esté en su mano para detener esta y todas las guerras. Como se ha demostrado en Ucrania, la paz no reside en el abrazo voluntario con uno u otro polo imperialista, ni en convertir países enteros en protectorados. La paz no reside en el nacionalismo, el armamento militar, los batallones y las brigadas blindadas. Hoy, cuando los sistemas de armas de lxs dominantes pueden infligir enormes pérdidas a los pueblos de abajo, ahora más que nunca vuelve a ser pertinente el viejo y famoso grito del internacionalismo: ¡PROLETARIOS DEL MUNDO, UNÍOS!


No nos convirtamos en carne de los bombardeos de la patronal, luchemos contra el militarismo, bloqueemos la guerra aquí y en todo el planeta. Grecia es miembro de la OTAN y de la UE y está profundamente ligada al tanque euro-atlántico, responsable de tantas intervenciones criminales en los últimos (y no sólo últimos) años. Asimismo, la renovación de la cooperación en materia de defensa entre Grecia y EE.UU. con la mejora de la base de la OTAN de Souda y su papel en la región en general, la transferencia de armas "especiales" a la base aérea de Araxos y la ampliación de las bases militares existentes a varias regiones del país, como Larissa, Stefanovicio y la base de helicópteros de Alexandroupolis, son otros ejemplos de la validación y expansión de las relaciones del Estado griego y el estadounidense, de la afirmación de la adhesión de la burguesía nacional al carro de la élite político-económica internacional dominante y del fortalecimiento del papel del Estado griego en las regiones de los Balcanes y del Mediterráneo oriental. El escabel de la Coalición Occidental que lleva el título de Primer Ministro del país, sin preguntar, por supuesto, a nadie, ya ha comenzado las misiones de material militar, enviando aviones de combate C-130. Su cretinismo podría quedar escrito con letras indelebles en la historia del país. Es nuestro deber luchar contra la implicación oficial del país en la guerra. Sin embargo, esta posición no es, en absoluto, el pretexto hipócrita para el apoyo indirecto de cualquier bando autoritario; con la misma fe en los principios del internacionalismo proletario con que llamamos a la movilización contra la guerra aquí contra todas las coaliciones militares, con la misma intensidad apoyamos las concentraciones contra la guerra en Rusia y en cualquier lugar donde la gente entienda que el campo de la guerra es, en realidad, el matadero de lxs débiles. Podemos luchar en este pedazo de tierra, pero el enemigo está en todas partes. Es el capitalismo global en todas sus formas. 


Pero también en todas partes hay anarquistas y gente que quiere luchar contra el estado de guerra y la máquina capitalista

Lxs anarquistas, en su larga historia, nunca han dejado de luchar contra lxs gobernantes sea cual sea la fachada que lleven para satisfacer sus intereses particulares: los intereses de lxs patronxs. Ya sea el imperialismo inglés, la "guerra anti-terrorista" norteamericana o la intervención "socialista y anti-imperialista" soviética, lxs anarquistas han dado la voz de alarma contra la guerra y el militarismo, intentando tapar las sirenas de los inminentes bombardeos, de la inminente barbarie. ¡Eso es lo que vamos a hacer hoy! Porque o detenemos la guerra o tendremos que sufrir sus terribles consecuencias. Consecuencias que repercutirán directamente en la vida de lxs pobres y de lxs débiles, tanto en lo que se refiere al coste de la vida como a la vida misma, cuyo valor empieza a ser trivializado en Europa, como lo es por la patronal mundial de la región capitalista y por los cuerpos de refugiadxs e inmigrantes desarraigadxs. Es deber de lxs revolucionarixs apoyar el crecimiento de un movimiento anti-bélico fuerte y verdaderamente horizontal que luche por el derecho de lxs oprimidos, de lxs de abajo, frente a lxs llamamientos hipócritas de lxs liberales que intentan explotar a la humanidad para alimentar sus nuevos planes bélicos. Contra la distopía del Totalitarismo Moderno, donde la inmensa mayoría está empobrecida y subordinada, debemos objetar la sociedad libertaria que se organiza a través de los consejos federales, sociales. Sólo debemos confiar en lxs que enarbolan la bandera del internacionalismo proletario, ¡y no otra!


SOLIDARIDAD CON EL PUEBLO DE UCRANIA - CESE INMEDIATO DE LA INVASIÓN RUSA Y DE LOS CONFLICTOS BÉLICOS


SOLIDARIDAD CON LXS REFUGIADXS Y DESARRAIGADXS


SOLIDARIDAD CON LXS QUE PROTESTAN CONTRA LA GUERRA Y SON REPRIMIDXS POR EL ESTADO RUSO


CONTRA LA OTAN, LA UE Y SUS DESIGNIOS. NO TOLERANCIA A CUALQUIER PARTICIPACIÓN BÉLICA DE GRECIA. CIERRE DE LAS BASES DE EE.UU. - BLOQUEEMOS LA MÁQUINA DE GUERRA


CONTRA LOS ESTADOS, LAS FRONTERAS, EL NACIONALISMO Y LAS GUERRAS


SOLIDARIDAD, EL ARMA DE LOS PUEBLOS - GUERRA CONTRA LA GUERRA DEL ESTADO Y DE LXS PATRONXS


LUCHA POR LA REVOLUCIÓN SOCIAL MUNDIAL


NI CON RUSIA NI CON LA OTAN - ¡VIVA EL PROLETARIADO MUNDIAL!


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