31/10/15

[Barcelona] Pandora 3: se producen 10 registros y 9 detenciones contra el movimiento libertario.


El movimiento libertario denuncia una "operación política" tras las detenciones del caso Pandora.

El Ateneu Llibertari de Sants acusa a la policía de querer "criminalizar" el movimiento anarquista y detalla que los agentes sólo incautaron libros, revistas, ordenadores, esprays y banderas.

Se prevé que los 9 detenidos de la segunda fase de la operación Pandora declaren mañana en la Audiencia Nacional.

Los movimientos libertarios denuncian una "operación política" detrás de las detenciones y los registros del caso Pandora, que este miércoles vivió un nuevo episodio con la detención de 9 personas más acusadas de pertenencia a organización "con fines terroristas". En una rueda de prensa este jueves, los colectivos anarquistas y las entidades que los apoyan, han acusado los Mossos de actuar "contra las ideas y contra un movimiento político" con el objetivo de hundirles a fuerza de relacionarlos, aseguran, con el concepto "terrorismo" sin imputación de hechos concretos.

"Sólo se han llevado material político", ha lamentado el portavoz del movimiento libertario, llamado Llibert. Entre las incautaciones se encontrarían libros, revistas, ordenadores, esprays y banderas. "La policía hace años que se esfuerza en vincular anarquismo y violencia, pues no: somos espacios de construcción y defensa del derecho a la vivienda, de los derechos laborales o contra la violencia sexista", ha expuesto Llibert ante la prensa, acompañado de una treintena de personas.

El caso Pandora, en sus dos fases —ayer y el mes de diciembre pasado— acumula ya 20 detenciones. Los nueve detenidos de ayer —de colectivos como Acció Lilbertària, Procés EMBAT o Elissa— han sido trasladados a la Audiencia Nacional y está previsto que declaren mañana. En el caso de los 11 arrestados hace casi un año, siete de ellos pasaron por prisión preventiva durante un mes y medio, pero ahora se encuentran en libertad. La causa, según los abogados, lleva meses parada.

Los abogados defensores consideran que se ha "sobrepasado una línea roja" al querer utilizar herramientas del "excepcionalismo penal", en referencia a la legislación antiterrorista contra movimientos sociales críticos. Durante la rueda de prensa, Andrés García, abogado de tres de los detenidos, emplazaba al Col·legi d’Advocats, jueces y fiscales a hacer una reflexión sobre "el uso extensivo" de estas herramientas penales y de la palabra "terrorista".

En las detenciones del mes de diciembre desde la defensa ya se criticaba que las resoluciones judiciales no eran capaces de relacionar los hechos denunciados —como la colocación de un artefacto explosivo en la catedral de la Almudena en 2013 o atentados contra sucursales de bancos— con ninguno de los detenidos en concreto.

http://eldiario.es/catalunya/movimiento ... 55668.html
 

Última hora:
En la declaración de las personas imputadas (por el momento) dos de ellas saldrán en libertad sin fianza. Otra bajo fianza de 4000 euros y 5 fianzas de 5000. Por tanto ha quedado una persona que entrará a prisión

Convocatorias
Sábado 31:
  • Madrid. 20h. Plaza de Lavapiés
  • Zaragoza. 20h. Plaza de la Madalena
  • Reus. 19:30h. Pl Mercadal
  • Salamanca. 18:30h. Plaza de la Constitución
  • Zamora. 20:00h. Plaza de la Constitución
Dilluns 2:
  • Vilanova i la Geltrú. 19:30h. Pl de la Vila
Comunicados:
Otras noticias relacionadas
El día después de que lxs presxs de Chile que llevan más de dos años encerradxs sin juicio, Mónica y Francisco, hicieran su declaración en la Audiencia Nacional, se está produciendo una serie de registros de domicilios y ateneos también ordenados por la Audiencia y ejecutados por el cuerpo de Mossos d'Esquadra. La escena es casi idéntica a las anteriores operaciones Pandora y Piñata (aún esperamos el nombre del actual operativo): 7 de la mañana, un dispositivo policial desproporcionado corta una calle e irrumpe en un Ateneo, en este caso se trata del Ateneu Llibertari de Sants, luego en un domicilio en Sants, otro el barrio de Gràcia, luego varios en Sant Andreu y otros dos también en Manresa y finalmente el Centro Social La Revoltosa del barrio del Clot y otra vivienda en el mismo barrio.
Aunque aún están bastantes detalles por confirmar se han producido un total de 10 registros y 9 detenciones. Enseguida se ha activado la solidaridad, sobretodo hacia el Ateneu de Sants, ya que al poco de producirse el registro ya había numerosas personas concentradas. Ahora mismo (9:30h) están cortando la principal arteria del barrio en solidaridad con las personas detenidas y en protesta por esta nueva absurda caza de brujas. En Sant Andreu también está teniendo lugar a estas horas otra concentración solidaria.
En todo caso este hecho se produce curiosamente también al día siguiente de la declaración solemne en el Parlament catalán, que hablaba de desconectarse del estado español. Ya vemos que no hablaban de desconectarse de la Audiencia Nacional. Los mossos están comunicando que se trata de personas pertenecientes a un "grupo criminal anarquista".
Convocatorias:
Sábado 31:
  • Zaragoza. 20h. Plaza de la Madalena
  • Reus. 19:30h. Pl Mercadal
Dilluns 2:
  • Vilanova i la Geltrú. 19:30h. Pl de la Vila
Jueves día 29:
  • Corunha. 20:30h. Obelisco
  • Granada. 20h. Subdelegación de Gobierno
  • Tarragona. 19h. Pl Fonts
  • Valencia. 20h. Facultat de Geografia i Història
Viernes 30:
  • Madrid. 9h, delante de la Audiencia Naciona. Calle Génova con calle García Gutiérrez
  • Bilbo. 20h. Plaza Unamuno
  • El Vendrell. 20h. Pl Vella
Convocatorias pasadas (día 28):
  • Gràcia: 20h. Pl. Diamant. Convocatoria unitaria de Barcelona
  • Girona. 12:30h. Davant la Generalitat
  • Madrid. 20h. Tirso de Molina
  • Manresa. 20h. Pl Sant Domènec
  • Berga. 20h. Pl Sant Pere
  • Lleida. 20h. Pl. Paeria
  • Zaragoza. 20h. Pl España
  • Xixón. 20h. Pl. Humedal
  • Igualada. 20 h. Pl. Ajuntament
  • Tarrega. 20 h. Pl. Paeira

24/10/15

EL VOTO NO ES UN ARMA, ES UNA CONDENA.



EL VOTO NO ES UN ARMA, ES UNA CONDENA 

De nuevo, se acerca otra cita electoral: las elecciones generales. El circo, el markentig del Poder y el esperpento democrático volverán a alcanzar sus cotas más elevadas. El bombardeo de los mitos que tratan de justificar la democracia se intensifica: lxs ciudadanxs pueden volver a participar en los órganos de decisión, podemos cambiar las cosas a través de nuestro voto, la papeleta que elijamos podrá mejorar nuestro futuro... Lo malo de estas afirmaciones es que son falsas. Son grandes mentiras para ocultar la realidad, para construir una burbuja alrededor de la persona. ¿Y cuál es la realidad? Basta mirar a cualquier lado para verla: guerras incesantes por intereses económicos, destrucción continua de los ecosistemas en favor de un desarrollo desenfrenado, heteropatriarcado, racismo y xenofobia, adoctrinamiento a través de las escuelas y los mass-media, sobreproducción, consumismo, trabajo asalariado, horarios, paro, rutina, alienación, depresión, cárceles… En resumen, el capitalismo en todas sus diferentes formas, desde la más atroz y evidente hasta la más moderna y discreta. 
Vamos a ser realistas, nada cambiará nunca a través del voto, porque es la propia Democracia la cual sustenta al capitalismo, la Democracia es en sí mismo el sistema que es necesario eliminar, al igual que cualquier otro que se fundamente en la Autoridad y la explotación. El voto tan sólo es el señuelo. 

Democracia, o el perfeccionamiento del dominio 
La Democracia aparece como un modo de dominación mucho más perfecto que los anteriores: se autojustifica a través del refrendo del “pueblo”. Pero para mantenerse en el poder usando el método de la “legitimidad popular”, se requiere alienar y enajenar completamente a la población. Es ahí donde el capitalismo hace un papel perfecto: convierte en mercancía toda parcela, todo ámbito, todo objeto, todo individuo y lo hace circular para terminar enriqueciendo a la minoría propietaria; nos hace esclavos del dinero y de la necesidad de éste; conquista y expolia territorios y comunidades para aumentar los privilegios de la minoría dominante. La clase trabajadora, falta de recursos, se ve obligada a vender su fuerza física y/o psíquica (su trabajo) a la clase dirigente para poder comprar estos aspectos de la vida cotidiana que le han sido robados. Aparte, los mass-media, supuestos representantes de la opinión pública, guían a la clase trabajadora según los intereses de la clase dirigente, y lxs hacen querer consumir cosas que no necesitan, lxs apaciguan, lxs hacen criminalizar cualquier intento de cambio real del sistema, y lxs hacen delegar. 
Y aquí es donde entra la Democracia. Porque es realmente necesario para el capitalismo que lxs trabajadorxs entreguen su ser, sus capacidades, en el voto. El sufragio universal se erige como elemento legitimador del Sistema impuesto; si el voto representa una decisión libre, ¿quién podría osar cuestionar e incluso atacar esa “decisión” o el Sistema que la alienta y le da sustento? Sin embargo, nosotrxs, en tanto que anarquistas, nos oponemos a cualquier tipo de autoridad, nos enfrentamos a cualquier tipo de Sistema en el que una minoría ostente el poder y por lo tanto lo ejerza contra la mayoría desposeída, combatimos cualquier tipo de organización vertical y jerarquizada de la vida, aunque ésta quiera autojustificarse en un supuesto consenso social o en un refrendo electoral. La dominación y la explotación jamás puede ser justificada y aceptada, nada la puede legitimar. La Democracia, en definitiva, es sencillamente una forma concreta de gestionar el poder; una forma perfeccionada de ejercer la dominación puesto que, como decimos, su justificación explícita ya no se encuentra en la fuerza, el designio divino o la violencia (que también) sino en la aceptación de la mayoría social. 

Por lo tanto, nos oponemos a la democracia, y a cualquier sistema de poder y gobierno, y es por ello que nos negamos a ser partícipes del circo electoral que alimenta la legitimidad del Sistema que sufrimos y padecemos. Entendemos que acudir a votar evidentemente no va a suponer ningún cambio real a mejor en nuestras vidas, y tan sólo se traduce en asumir la lógica de delegación, representatividad y pasividad en la que se nos adoctrina desde que nacemos, y por otro parte, contribuye a la mistificación y legitimación del sistema que nos mantiene en la miseria y la desposesión.

Partidos viejos, partidos nuevos. Misma opresión. 
Las pasadas elecciones municipales y autonómicas se tradujeron finalmente, en algunos ayuntamientos y alcaldías, en un cambio de butacas, ahora ocupadas por aquellxs que se presentan como los regeneradores de la democracia, véase: Podemos, Mareas, diferentes marcas blancas de lo mismo, o directamente el PSOE de siempre aupado por los partidos “nuevos”. Ahora, aquellxs que hicieron carambolas con el marketing político y desplegaron todo un discurso aparentemente renovador e incluso radical o revolucionario, han logrado su ansiado objetivo: ocupar las instituciones de gobierno, dirigirlas y gestionarlas. Como anarquistas, siempre hemos señalado que da igual bajo qué discurso o apariencia estética se revistan el Estado y sus diferentes ramificaciones, puesto que únicamente pueden ser, y siempre han sido y serán, instrumentos e instituciones de dominación, expolio y represión contra la amplia mayoría, desposeída y relegada a la pasividad y al yugo del trabajo asalariado. Podemos, Ahora Madrid, Barcelona en Comú, Cádiz Sí se puede, etcétera…, hoy son estos partidos y quienes los conforman, los nuevos agentes que se suman a la caterva de miserables que se creen con la potestad y la legitimidad de administrar la vida de lxs demás. Es por ello que, al igual que cualquier otro partido político clásico (PP, PSOE, IU…), tan sólo se merecen nuestro rechazo y nuestro desprecio. 

Por otro lado, es necesario señalar la labor que han llevado a cabo estos diferentes partidos políticos nuevos: devolver a gran parte de las personas la confianza en el Sistema, la fe en el Estado como institución neutral, necesaria y beneficiosa, la esperanza en que con unas cuantas reformas podrán solucionarse los problemas y miserias que atraviesan nuestro día a día. Han dado la vuelta de tuerca perfecta: ahora una gran parte de la sociedad se reconoce y se siente identificada con las propias estructuras e instituciones que la someten y la subyugan. Este panorama, el del reforzamiento de la democracia, es decir del Estado y del capitalismo, se va a ver intensificado con las elecciones generales que ya, prácticamente, están a la vuelta de la esquina. Los partidos políticos clásicos apelarán a su propio marketing político, intentando salvaguardar, en la medida de lo posible, sus intereses más concretos y particulares; por otro lado, los partidos nuevos, continuarán desplegando el discurso de la renovación, el cambio y la regeneración, para así lograr ocupar butacas más grandes y pisar moquetas más largas y floridas que las conseguidas en las pasadas elecciones autonómicas y municipales. Sin embargo, y a pesar de todo ello, un punto esencial y vertebrador une a todos y cada uno de los partidos y de lxs politicuchxs que los componen: la defensa del Estado y del capitalismo (aunque quiera presentarse éste con un rostro más humano y amable), la salvaguarda de las instituciones y las estructuras de poder y dominación, en todos sus niveles y escalas (instituciones propiamente de gobierno, fuerzas de seguridad, escuela estatal, cárceles, judicatura, trabajo asalariado, propiedad privada –aunque se le quieran poner a ésta algunos pequeños matices-…). 

Algo comparten todos los partidos en su llamamiento a las urnas y en su propia existencia y razón de ser: la férrea defensa del principio de autoridad y delegacionismo, verdadera raíz de todas las problemáticas que padecemos cotidianamente. Por ello, Podemos, PP, IU, Ciudadanos, PSOE…, tan sólo conforman para nosotrxs, y para toda la clase trabajadora, un enemigo común, enemigo a combatir y destruir y con el que jamás colaborar. No importan las supuestas buenas intenciones, los discursos más o menos trabajados, las diferentes medidas políticas oportunistas; todos ellos defienden y alimentan las estructuras verticales y jerárquicas que por sí mismas generan inevitablemente una separación insalvable entre quienes las ocupan y las gestionan y quienes se encuentran fuera de ellas y de sus privilegios y de su capacidad de poder. No importan los programas electorales; todos comparten un punto esencial: mantener vivas las bases del Sistema que nos condena a una vida de miseria. 


Abstención activa: lucha aquí, ahora y siempre 

¿Y entonces qué hacemos lxs anarquistas cuando se acercan estos tiempos de revuelo político que son las elecciones? Nuestra respuesta es la de todos los días, sea o no periodo electoral: luchar. Es a eso a lo que nos referimos con abstención activa. Nuestra lucha es una lucha diaria, cotidiana, una lucha que está ahí siempre para autocapacitarnos en la destrucción de la autoridad, en la deconstrucción de nosotrxs mismxs para desprendernos de todos los valores de este sistema autoritario. Nuestra lucha es contra todo tipo de Autoridad, aunque se revista con el disfraz del discurso democrático de izquierdas o de derechas. Es una lucha completamente horizontal, autoorganizándonos y apoyándonos mutuamente, evitando estructuras verticales que sólo crean nuevas élites. 

Para el anarquismo, la coherencia es una herramienta esencial y por eso, nuestros medios y herramientas deben ser acordes a nuestros fines emancipatorios, por ello funcionamos a través del consenso, rechazando la representatividad democrática, el delegacionismo y la irresponsabilidad; nuestra lucha es una lucha que implica la acción directa de lxs propixs implicadxs, es decir, la gestión de los asuntos y del día a día sin intermediarixs ni supuestxs profesionales. Es en la confrontación diaria con el sistema que nos oprime, donde ponemos en práctica los valores y principios de ese mundo nuevo que queremos construir. No participaremos en ningún circo electoral. No acudiremos a votar jamás. Cada papeleta electoral está manchada de la sangre de aquellxs que diariamente sufren este sistema, de lxs desposeídxs, de lxs explotadxs, de lxs excluídxs... Como anarquistas, apostamos por la abstención activa: es decir, por no acudir a ningún tipo de cita electoral y por luchar día a día en cada ámbito y parcela de nuestra vida contra contra el Estado, el Capital y contra todo tipo de autoridad, contra todxs aquellxs que quieren gestionar, dirigir, controlar nuestras vidas, avanzando así en la construcción de un mundo nuevo de libertad, igualdad y justicia.

Artículo extraído del órgano de expresión de las Juventudes Libertarias de Madrid, , CONTRAGOLPES, número 6

FUERZA, RESISTENCIA Y REBELIÓN.

La droga es una plaga expandida por los gobiernos contra los barrios obreros y especialmente contra los mas jóvenes. Una plaga, un arma que ataca a nuestra libertad, a nuestra conciencia, a nuestra capacidad de pensar y de criticar, a nuestra capacidad de oponernos al sistema y a luchar contra ellos, a nuestra dignidad,... convirtiendo una sociedad y una juventud zombie, dormida, domesticada, autoenvenenandose y autodestruyendose a ella misma. Haciéndole el trabajo a nuestros propios enemigos.Como a ellos les gusta. Y es que así nos quieren ver. Solo hay que mirar a quien le interesa esto, quien gana con esto, para saber quienes están detrás realmente. 
Ante esta plaga, esta guerra fría del estado contra los jóvenes y la clase obrera en general, que esta matando a nuestros familiares y amigos, recordando que para "matar" a alguien, dejarlo fuera de combate no hace falta quitarle la vida (que en muchísimos casos también es así, literalmente), deberíamos hacernos fuertes, no dejarnos arrastrar por la corriente, por el "pensamiento único", y no solo mostrar resistencia a sus ataques y engaños, sino erradicar las armas y los ataques del gobiernos de nuestro entorno cercano, de los nuestros, así como a sus cómplices, aquellos que por ignorancia o no, le hacen el trabajo sucio al estado, promocionando, haciéndole publicidad, e intentando convencer de lo positivo de la droga, con argumentos surrealistas y muy poco serios, que van desde conceptos metafísicos y pseudoreligiosos, a casos puntuales y sacados de contexto, infiltrandola en los nuestros y en nuestros círculos. 
No estamos aquí para hacer amigos. Tampoco para quedar bien, buscar el aplauso fácil, o ganar popularidad. Sabemos que hemos elegido el camino opuesto a todo eso. Lo fácil, lo que nos haría quedar de "guay",superchachis, y posmodernos, es dejarnos llevar por el pensamiento único, y llevar todo el merchandansing oficial" de la hoja de la marihuana. Invitar a drogas a nuestros amigos. Pero no hemos querido coger el camino fácil, sino el duro y difícil, y a nosotros si nos importa nuestros amigos y sus vidas de verdad, no solo nos preocupa quedar bien y ser populares. ¡,A la mierda eso! Cuando escogimos este posicionamiento, sabíamos que no iba a ser nada fácil. Que seriamos mal mirados, criticados, marginados, discriminados,... incluso dentro de nuestros propios círculos y por aquellos que se hacen llamar amigos. Sabíamos que luchábamos contra un monstruo inmenso, gigante, muy poderoso, y que sus tentáculos llegan muy lejos. Quizás sea de las luchas mas duras que hay. Pero el monstruo caerá, en favor de la libertad personal y colectiva, de la dignidad de todxs nuestrxs compañerxs. 
El monstruo caerá. Y no descansaremos de luchar hasta verlo caer. Nada nos hará parar ni callar, pese a que, insisto, seamos discriminados e impopulares. Nos importa una mierda eso. Como han hecho siempre, a lo largo de la historia, casi todos los movimientos revolucionarios, desde los Zapatistas, a los Panteras Negras, pasando por la Izquierda Abertzale, o los anarquistas, por nombrar solo a algunos, que siempre han tenido claro quien es el enemigo y que pretende, por eso se han opuesto siempre a las drogas y sus cómplices. Que la situación actual, y las posiciones respecto a éste tema estén así hoy en dia, es fruto de los tiempos que corren, y la prueba palpable de la "paliza" de los poderosos contra los oprimidos. De nuestra inapelable derrota, que como dice el dicho: "joven drogado, victoria del estado" que no nos queda otra que reconocer, pero nunca aceptar o rendirnos.
No sigamos permitiéndolo. Seamos fuertes. Opongamos resistencia. Defendamonos. Erradiquemos sus armas, su guerra fría. El mayor genocidio, holocausto contra la clase obrera de la historia de la humanidad. El de la droga, perpetrado por los estados del mundo. No podemos seguir siendo cómplices pasivos, ¡Al contrario! Así nos quieren ver. Pero despertaremos, y ellos temblaran cuando vean que sus armas ya no nos hacen efecto.
 
 
En  los últimos años hemos ido abriendo las múltiples muñecas de las que  está compuesta la gran matrioska de la crisis: de la económica, la  inmobiliaria o la financiera, las más conocidas, hemos pasado a la  política, la territorial, la institucional, la cultural, la ecológica y finalmente la social.

Matriuska 

La crisis de acumulación capitalista se reflejó en el Estado español en la necesidad inherente, también en circunstancias difíciles, a la clase dominante de no sólo mantener sino reforzar su poder de clase, traducido en estas tierras en el acaparamiento del 55% de la riqueza social por un 10% de la población, al mismo tiempo que se cumple con el requisito de devolver a los capitalistas extranjeros el inmenso volumen de capital que estos invirtieron aquí. Así, el neoliberalismo vigente durante décadas cogió carrerilla principalmente en tres aspectos: reducción de los ya precarios mecanismos de redistribución de la plusvalía hacia la clase trabajadora (el “gasto social”), mayores tasas de explotación vía desempleo masivo y cambios legales, y corte del grifo del crédito bancario, que había disimulado anteriormente la enorme miseria generando la ficción de que los trabajadores podían ser dueños de una casa y de que autónomos y pequeños burgueses no eran simples esclavos del capital financiero.
Hubo que esperar hasta 2011 para que se produjera una gran oleada de movilizaciones que  demostró la enorme brecha cultural que se estaba abriendo entre la población. Por primera vez, recorría a lo largo de todo el Estado un grito de protesta con un valor simbólico y, sobre todo, destituyente: esta revuelta que acogió a una minoría activa que contaba con un respaldo masivo negaba el carácter democrático y representativo del régimen español, lo que suponía un fuerte golpe al principal pilar ideológico de la dictadura.
Por  más que cogiera a políticos y expertos con el pie cambiado, no se trató de un chispazo momentáneo. Desde el 2000 se habían venido incrementando el número de manifestaciones como respuesta indignada a la actuación de los gobiernos: del Nunca máis al Plan Bolonia, pasando por la guerra de Irak, las mentiras sobre el 11-M o el movimiento por una vivienda digna. Una característica compartida por todas ellas era el relegamiento de los agentes tradicionales, partidos y sindicatos mayoritarios que, en su calidad de fundadores del orden vigente, son los paladines del statu quo.
Un rápido apunte histórico. La paz social que nos es impuesta hoy en día nace con los Pactos de la Moncloa, donde las organizaciones obreras firmantes se incorporaron definitivamente a la gestión capitalista, abandonando su carácter de movilización. Este  proceso de confluencia política y sindical no impidió que desde los  primeros momentos se pusieran las bases de una reacción neoliberal que terminó desbocándose al irse eliminando los obstáculos que atravesaba  con el paso de los años. El argumento, la gran excusa que lo justificó todo, fue la necesidad de implantar una  “normalización democrática” que  trajera aparejada un capitalismo que homologara a la economía española con las integradas en la Comunidad Económica Europea.
El 15-M  supuso un choque cultural con aquella política. Aquí conviene tener cuidado en no exagerar, pues no se trató de un movimiento revolucionario ni alentó una gran ruptura, pero proponía otra manera de ver las cosas que daba posibilidades a planteamientos radicales. De la noche a la mañana nos enteramos de la desconfianza que sentía la sociedad en su amplia mayoría hacia los representantes  institucionales, decantándose por tratar sus preocupaciones en una  asamblea rodeándose de iguales. El gesto tuvo una veta humanística, terapéutica, que seguramente terminó lastrando al 15-M, pero tampoco se  debe olvidar que colocó al asambleísmo en la primera línea política.
La brecha fue abierta, y el momento político que supuso el 15-M abrió expectativas para nuevos aspirantes a la gestión estatal burguesa y también alimentó procesos de acción directa exitosos, como recientemente se ha demostrado en Can Vies y Gamonal.
No obstante, la llama democratizadora del 15-M se fue apagando y en su lugar emergieron otros conflictos con un menor carácter de lucha de clases y más vinculados a rifirrafes en el interior de la clase dominante. En este sentido, los procesos soberanistas, dirigidos por formaciones que representan a los capitales periféricos no suponen, pese al anhelo de libertad existente en los pueblos, una auténtica ruptura, sino más bien una  reestructuración de líneas de cara a una negociación constituyente. Parece que el concierto fiscal y la concesión de mayores competencias suponen el gran premio de consolación.
En segundo lugar, en este panorama de verdadera degradación política y moral, los casos de corrupción  generalizada, que afectan a todas las fuerzas del arco parlamentario,  constituyen aguijonazos cotidianos de malestar, pese a que la “corrupción ilegal” tiene poca importancia respecto a la “corrupción estructural”. Se ha difundido entre la población la idea de que todos los políticos son iguales, pero bajo la misma no encontramos grandes aspiraciones de cambio. No está en boga plantearse otra forma de entender la política. Por el contrario se ha extendido la idea de cambiar las cosas dentro de las instituciones, ya sea mediante viejos partidos liberados de la costra clientelar que los asfixia, o bien a través de nuevos nombres y caras. La nueva estrategia implica priorizar la conquista del poder estatal, postergando y aplazando las luchas sociales a la entrada en las instituciones de la dictadura. No obstante, aunque esta estrategia diga hablar en nombre del pueblo, más bien parece responder en sus términos a una confrontación de tipo sociológico entre viejas y nuevas élites.
El paradigma cultural que comenzó a ser quebrado por el 15-M estaba definido por un consenso en torno a las grandes cuestiones económicas, políticas y sociales. Sólo podía  rebatirse la permanencia en la Unión Europea, por ejemplo, desde una posición de marginalidad. Hoy ha quedado demostrado que estos acuerdos se basaban en la ignorancia de la mayoría de la población con respecto a su contenido y su alcance finales. Sin embargo, aún queda bastante para lograr un cambio cualitativo.
En la actualidad, la política, por más rupturista que se presente, sigue pasando en buena parte por el cauce de las instituciones estatales, lo que supone aceptar de antemano unas normas ya marcadas y actuar según su dictado.
A pesar del impulso del 15-M, el panorama no invita al optimismo. Dos ejes principales de la lucha de clases, como son el trabajo y el territorio, han sufrido escasas mutaciones. En el terreno de la explotación, nos encontramos con una clase trabajadora fragmentada, deprimida y aterrorizada, que se siente afortunada si consigue un salario ridículo. A nivel estatal, el duopolio sindical CCOO-UGT, pese a la animadversión generalizada que suscita, no ha sido sustituida y sigue campando a sus anchas, secundada por un conjunto de sindicatos corporativos no necesariamente mejor que los mayoritarios. Los sindicatos a la izquierda, incluidos los libertarios, no parecen capaces de salir del inmovilismo y ganar, al menos, un terreno sustancial. Es de destacar también el frente de los desempleados, donde no hay apenas noticias a pesar del paro galopante. Al menos, sí ha ganado cierto peso el ámbito de la economía social y el cooperativismo, así como su contraparte de las finanzas éticas.
A nivel de territorio, sí se ha vivido cierto repunte de iniciativas como centros sociales y, sobre todo, la organización obrera más exitosa surgida recientemente: la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y sus variantes. Sin embargo, el asociacionismo vecinal continúa, en líneas generales, inmerso en la pasividad y una falta preocupante de movilización, con poco sentido global y en buena parte convertidas en estructuras esclerotizadas. Un panorama que se ha renovado ligeramente gracias a las nuevas asambleas de barrio surgidas en estos años, que aún no han conseguido convertirse en un actor político a tener en cuenta.
Techo de cristalFrente a lo que señalan algunos burócratas de nuevo cuño, no hay un “techo de cristal” que el movimiento popular no pueda superar, sobre todo cuando, como el que tenemos actualmente, sus demandas muestran una extrema moderación. De esta forma, incluso cuando conseguimos victorias, como la de las mujeres sobre la contrarreforma de la Ley del Aborto, suelen ser meramente defensivas.
Todos estos elementos conjugados, el futuro próximo se nos presenta, y no es el escenario más terrible, como una combinación de gobiernos que mantengan no ya el orden capitalista sino el orden neoliberal, pero que a la vez realicen concesiones que logren integrar al precario movimiento popular y la confianza en el sistema sea restablecida.
Obviamente, no todo es culpa de los demás. Los y las radicales, los y las anticapitalistas, quienes somos conscientes de que los problemas sociales sólo se podrán solucionar mediante una transición a la democracia basada en la libertad y la igualdad, hemos estado muy por debajo de las circunstancias. Si seguimos funcionando sin organización, sin reflexión, sin trabajo serio y coordinado, no influiremos decisivamente en la realidad y ésta nos rebasará.
Se hace necesario establecer otro marco y nuevas reglas de juego, y para ello es imprescindible construir un pueblo fuerte como sujeto que impulse las novedades: un  pueblo que, atendiendo a la etimología de la palabra política (conjunto  de asuntos que conciernen a los ciudadanos), retome las riendas de su  futuro, participando en las decisiones, implicándose en las luchas.
Sólo un pueblo fuerte se ha mostrado capaz históricamente de imponer nuevas ideas y constituir nuevas instituciones. Ha llegado nuestro momento.

 http://apoyomutuo.net/crisis-capitalista-y-movimiento-popular-nuestro-momento/

Hacia el poder popular.

 
 
Entendemos como “movimientos sociales”, término muchas veces usado como cajón de sastre con escaso significado, las organizaciones relativamente independientes de estructuras capitalistas como el Estado y sus entornos, así como de las empresas capitalistas, que realizan un papel de reivindicación y movilización generalmente desde la clase trabajadora y la izquierda. Desde 2011, tras la irrupción del movimiento 15M, estos movimientos comenzaron a vivir un crecimiento sin precedentes. Por un lado, cuantitativamente, a través de las mayores movilizaciones y asambleas barriales de los últimos tiempos; y por otro, cualitativamente, pues las metodologías participativas, inclusivas y horizontales aplicadas por los diferentes movimientos y organizaciones surgidas cuestionaron enérgicamente las anteriores formas de participación política.

destacada-15M 

Se convirtió, así, la Política -con mayúsculas- en un auténtico experimento de asamblearismo, autogestión y autonomía de alcance realmente popular y masivo. Partidos y medios de comunicación se vieron obligados a replantearse sus métodos y discursos. A modo de ejemplo, gran parte de las luchas abiertas o recién abiertas -como la de la PAH- se vieron reforzadas en estos dos mismos niveles con más o menos resistencias internas.
El propio conglomerado político-económico del Estado, con sus voceros mediáticos al frente -prensa, radio, televisión-, se lanzó a la loca carrera por apuntalar el sistema surgido de la “Transición de los años 70”. Todo ello en medio de una crisis sistémica capitalista -económica-política-institucional y con la monarquía al frente-, que desde su comienzo en el 2008 estaba dejando sin recursos a todas las capas sociales medias y bajas, arrasando cualquier atisbo del por ellos mismos llamado “Estado de Bienestar”, en el que florecía la corrupción como setas en otoño.
La lucha en la calle comenzó, en torno a mediados de 2014, a perder fuerza dejando atrás tres huelgas generales, varios “Rodea el Congreso”, movilizaciones masivas en todas las ciudades (con los aniversarios del 15M), Mareas, Huelgas Sanitarias y Educativas, luchas vecinales muy sonadas como las de Gamonal y Can Vies o la paralización de la Ley del Aborto, culminando con las Marchas de la Dignidad en marzo de 2014.
Y así, la lucha, que había estado en constante crecimiento con un Partido Popular sordo a la ciudadanía, excepto en la promoción de una progresiva represión, dejó paso al miedo, al cansancio y a la sensación de haber alcanzado un “techo de cristal” infranqueable, desinflando la participación tanto en las convocatorias puntuales como en el trabajo constante de las asambleas, colectivos y redes o plataformas. Los movimientos sociales entonces comenzaron a verse estancados y cada vez más parecía que se continuaba por inercia en vez de por fuerza propia.
Es justo en este momento cuando se empieza a oír hablar de Podemos y de proyectos electoralistas por todas partes, especialmente en los medios de comunicación. Aparecen por fin los líderes, incorporados independientemente de su origen a la casta estatal y buscados desde el principio por los medios de comunicación de la oligarquía. Se acababa el incómodo no entender cómo cientos de miles de personas salían día tras día a la calle sin ser convocados por alguien famoso o por una organización estructurada con nombre y apellido. En buena parte, todo volvía a su cauce.
15-06-22 Trono de hierrolSin embargo, sabemos que las cosas cambiaron con el 15M, que estamos todos y todas más despiertas, más informadas, menos ignorantes de la injusticia de nuestra situación. Sabemos que la gente sigue trabajando en los barrios, en los pueblos. Que se cae y se levanta. Que entiende, a la vez que saborea el placer de ser más responsable de su propia vida, más consciente de que tenemos que gestionar nuestra vida en común, que las instituciones de la dictadura, ya sean políticas o económicas, siempre han sido venenosas para el movimiento.
Nosotras y nosotros consideramos que nuestra labor es la de seguir destinando recursos materiales, económicos y, sobre todo, personales a fortalecer las luchas sociales en las calles. Debemos seguir manteniendo o creando los colectivos, asambleas de barrio y redes a nivel local y global necesarios para seguir creciendo, trabajando juntas por ese mundo en el que queremos vivir, un mundo con una economía y una política, acompañadas siempre de la ética, que hagan que la vida merezca la pena. Y sin dependencias que nos condicionen. Nos nutrimos, para ello, de una caja de herramientas teóricas y prácticas en constante crecimiento, siempre probadas en la práctica, abiertas y dispuestas a reformularse con el único requisito del respeto a la autonomía, el trabajo colectivo y la horizontalidad.
Necesitamos estar juntas cuando alguien vaya a un banco a negarse a pagar una hipoteca, cuando una familia pretenda liberar una casa para habitarla, cuando un grupo de trabajadoras y trabajadores decidan ir a la huelga; debemos permanecer unidas cuando nuestra voluntad sea abandonar las aulas y luchar contra la subida de las tasas académicas o el Decreto 3+2; tenemos que estar juntas para tumbar la ley del aborto, para participar en las brigadas vecinales contra el acoso policial racista y xenófobo. Todas estas pequeñas acciones llevan consigo pequeños actos revolucionarios, cuyo éxito requiere que sigamos aprendiendo las unas de las otras y que actuemos juntos y juntas para aportar cada uno nuestra humilde experiencia y perspectiva política.
Queremos continuar apoyando procesos y proyectos de participación política que se generan en los barrios, ya sea en forma de Centros Sociales, Ateneos, Colectivos, Cooperativas o Asambleas, y ayudar a mantener los ánimos cuando caiga sobre alguien el peso de la ley o se corra el riesgo de perder la perspectiva transformadora. Pretendemos apoyar la difusión de todas estas iniciativas y fortalecer la comunicación con nuestros apoyos potenciales, construyendo y promoviendo también medios alternativos a los medios de masas. Y en todo esto es fundamental impulsar y celebrar las pequeñas y grandes victorias que se consiguen en la calle. Para seguir luchando, tenemos que seguir cuidándonos.
La mayoría de luchas sociales se encuentran ahora mermadas. Para nosotros y nosotras es necesario mantenerse ahí, a pie de calle, recuperar la ilusión y entre todas entender que hay que mantenerse organizadas y no jugar a una sola carta… de un juego que está trucado.

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Por todo ello, creemos que necesitamos dotarnos de herramientas y prácticas concretas en las diferentes luchas. Tenemos que saber actualizar fórmulas y métodos, como la autogestión de un centro de trabajo, de una cooperativa de viviendas en derecho de uso o de un centro de salud. Y es imprescindible para ello preparar un programa de acción legible, entendible, realizable, pero sobre todo, aplicable, para que mañana, por ejemplo, en la Marea Blanca sea viable, en colaboración con el vecindario, poner en marcha un centro de salud que haya sido cerrado por los recortes. Hay que seguir avanzando, crear contrapoder. Además, para plantearnos una estrategia de ofensiva, debemos crear nexos de unión y coordinación entre los diferentes sectores en lucha para construir movimientos populares amplios.
El camino está trazado y en ciertas luchas sociales se ha podido comenzar a andar, también participando junto a otros actores políticos, como en el caso de las Obras Sociales de la PAH. La participación en esta lucha del movimiento por la okupación ha generado una convergencia y una transmisión de conocimientos que han permitido que cientos de personas opten por la acción directa.
Queremos continuar construyendo y consolidando esas redes, esas bases, que desde la autonomía llevan años fortaleciendo la sociedad, haciendo fuerte ese pueblo que esperemos que algún día, de forma generalizada, empiece a exigir, a construir, a tomar en lugar de esperar.
A esto quiere contribuir Apoyo Mutuo, a organizarnos en un poder popular crítico, propositivo y que sirva de referente, que ponga sobre la mesa propuestas transformadoras y construya ejemplos que sirvan para fortalecer unas bases de solidaridad que sigan construyendo otro mundo aquí y ahora.

Día Internacional Contra el McDonald.

El día 16 de septiembre fue el Dia Internacional Contra el McDonald. Se llevaron a cabo acciones en diferentes partes de todo el mundo. Recordar que el McDonald no es solo uno de los responsable del imperialismo yanki, subencionando sus guerras y masacres por todo el mundo, sino además es responsable de la desaparición de muchas zonas verdes del planeta.
Su "comida" es basura, literalmente. Como demuestra el documental "Súper Size Me (Engordame)" que esta entero en español en youtube, donde el protagonista se dedica a comer solo comida del mcdonald, controlado por médicos y tal. Empieza a enfermar gravemente, tener problemas físicos pero también psicológicos, ...todo ello en muy poco tiempo. Los medios le aconseja que deje de ir a comer al mcdonald porque incluso puede morir. El documental además, va explicando y describiendo de que esta compuesta su comida, hamburguesas, salsas, refresco,...
Y por poner un ejemplo, respecto a ecología. Para producir una sola hamburguesa se gasta tanta agua como 2 años de ducha.
 Por no hablar de lo mas importante: Es uno de los principales participantes en la industria de la esclavitud, tortura, asesinatos en masa, explotación, de los diferentes. En este caso, de los animales no-humanos.