Madrid se convirtió anoche en un estado policial. Las fuerzas represivas del Estado
querían actuar, tenían ganas y carta blanca. ¡Vamos a por ellos, coño!
se oyó decir a un mando policial. Un grupo de manifestantes arrojaron
objetos contra las vallas que protegían la sede del PP. También atacaron
las fachadas de varios bancos. La respuesta no se hizo esperar y fue
contundente. Finalmente hubo 29 detenidos y más de 50 heridos. Desde
estas páginas exigimos su inmediata libertad.
Los agentes impidieron que se acampara en
las calles. Había cerca de 1.700, un despliegue único y sin precedentes,
en una clara provocación y un recuerdo de que el Poder usará sin
miramientos sus verdaderas armas: la policía y los jueces. Era de
esperar que las manifestaciones ‘por la dignidad’ acabaran en batalla
campal, porque así lo quería la policía. Pese a los “demócratas” que
trataron de capitalizar políticamente las marchas y que temían que “la
extrema izquierda” o “los radicales” acabaran estropeando su bonita y
colorista manifestación pacífica, lo cierto es que la lucha fue más allá del paseo de la banderita.
No se
puede pretender ir a la calle a pedir pan y trabajo y que la gente
joven, más aguerrida, no se exprese con la ira propia de quien vive en
un régimen de explotación, violencia estructural, paro y miseria.
Empezaremos a escuchar ahora a los tertulianos, a las cotorras del poder
y de los medios, a los partidos políticos
y sindicatos pactistas quejarse por la actitud violenta de algunos
manifestantes (cada vez más). Cuando se habla de que hay que tomar las
cales y luchar en la calle significa luchar, no pasear. Y la
lucha, para conseguir arrebatar al Poder (del que participan muchos de
los convocantes de la marchas, todo hay que decirlo) conquistas sociales
exige levantar barricadas y demostrar que el pueblo ha derribado
gobiernos, estados y monarquías o dictaduras y no precisamente dando
paseitos o cantando cancioncillas parroquiales. Es el momento de dar un paso más
y traspasar la frontera de los paseos triunfales por para entrar en el
terreno de la lucha revolucionaria.Porque si no hay dignidad humana no
es por el gobierno de turno, ni siquiera por el régimen. Es por el
mantenimiento de un sistema creado por el Estado y el capital contra el
pueblo trabajador y contra el cual solo se puede luchar en la barricada y
en la huelga general indefinida, ni en el parlamento ni en los comités
de empresa ni en las ongs. ¡¡Liberrtad para los 29 detenidos de Madrid!!
¡¡Viva la Revolución Social!! ¡¡Muerte al Estado y al Capital!!
G.A. Higinio Carrocera