Que la izquierda no cuente con los anarquistas para un cambio de régimen político. Nos tendrá a su lado cuando propongan la abolición de todo gobierno.
El
Poder, representado en el Estado, ha movido ficha y ha jugado bien su
partida. Las últimas elecciones europeas han dejado claro que el
bipartidismo que apoyó la llamada transición (aunque no hay que olvidar
al PCE) está en crisis. Es por ello que el Estado teme que las próximas
elecciones generales lleven al poder opciones republicanas y, al igual
que pasó el 14 de abril de 1931, los borbones se tengan que marchar. Con
la abdicación de Juan Carlos, como previamente hizo con él su padrino
Franco, se deja “atada y bien atada” la institución monárquica.
Sin embargo, la izquierda está pidiendo a
gritos un referéndum y la III República. Los anarquistas no queremos ni
monarquía ni república. No queremos Estado, lo maneje un rey
hereditario o un presidente electo. El problema es el Estado, el sistema
que mantiene la explotación y la desigualdad, sea quien sea su
titular..
Muchos de los que defienden la III
República lo hacen desde supuestas posiciones radicales,
transformadoras. Pero lo que defienden es una concepción burguesa y
reformista. Ni las repúblicas que ha habido en España ni los reyes han
gobernado para el pueblo, que exige cada vez más autogobernarse,
autogestionarse y no ceder a sus supuestos representantes soberanía
alguna.
Lo importante es no volver a caer en la
misma trampa que fue la II República, un régimen que no cambió un ápice
la situación de la clase trabajadora y mantuvo intacto el régimen
burgués y capitalista y su principal instrumento: el Estado. Lo
relevante es seguir luchando desde abajo para acabar con el Estado y el
Capital, contra la monarquía y la república, contra todo poder y
gobierno.
Que la izquierda no cuente con nosotros
para un cambio de régimen político. Nos tendrá a su lado cuando
propongan la abolición de todo gobierno.
Ni Felipe VI ni III República, revolución social.
Grupo anarquista asturiano Higinio Carrocera