Si
el primero de mayo es un día de reivindicaciones obreras para los
hombres, debe serlo mucho más para las mujeres. La jornada de 8
horas, origen de la lucha emprendida por los/as trabajadores/as de
Chicago en 1868, y cuyo aniversario recordamos, sigue siendo una meta
aun no conseguida por el mundo femenino. Muchas de las mujeres,
además de su jornada habitual remunerada, desempeñan en sus hogares
otra sin horario, sin descanso, sin vacaciones y sin sueldo.
Ni
el trabajo tiene género ni el mundo laboral es propiedad exclusiva
de los varones, como tampoco las tareas del hogar tienen genero ni
son propiedad exclusiva de las mujeres. La humanidad está compuesta
por personas, sin embargo la sociedad patriarcal que padecemos nos ha
colocado en departamentos estancos y nos ha dicho que nuestra
capacidad o incapacidad para realizar ciertas tareas depende de que
la naturaleza nos haya formado como hombres o como mujeres. Tan
concienzuda ha sido su labor, que gran parte de la población ha
terminado por admitirlo. Solo cuando esta situación nos afecta
directamente, somos capaces de comprender la injusticia que encierra.
La
situación que vive la clase obrera actualmente en este país es
totalmente violenta y dramática. Mientras en los medios de
comunicación nos bombardean con que la crisis va a terminar, a
diario trabajadores/as se ven obligados a emigrar a otros países, se
suicidan desesperados, otros/as son desahuciados de sus viviendas, o
tienen que realizar trabajos muy precarios de muchas horas y con una
remuneración irrisoria para no hundirse en la desesperación que
conlleva el paro, la falta de acceso a recursos básicos de
subsistencia y la exclusión social. Según datos oficiales, la tasa
de pobreza infantil aumenta estando ya un cuarto de la población
menor de 16 años con altos índices de pobreza y exclusión social.
Mientras tanto, políticos y empresarios siguen pegándose juergas,
mintiéndonos a través de los medios de comunicación de masas,
viviendo de nuestro esfuerzo, sudor y desesperación, y riendose de
nosotros/as. Es por esto que hay que dejar de estar alienados, dejar
de mantenerles, legitimarles; y comenzar a luchar por nuestros
derechos, nuestra dignidad y a construir un mundo mejor para todos/as
nosotros/as.
“Acostumbrar
al pueblo a delegar en otros la conquista y la defensa de sus
derechos, es el modo más seguro de dejar vía libre al arbitrio de
los gobernantes.”
Errico
Malatesta
Los
demócratas hablan de la democracia como la soberanía del pueblo,
pero no hay soberanía de los pueblos más que cuando los pueblos
saben lo que son, lo que quieren y lo que pueden. La papeleta del
sufragio no nos hace más libres ni más independientes. Perdemos
conciencia de nosotros mismos y de nuestra dignidad, del puesto que
ocupamos en la sociedad y de los derechos que tenemos que defender y
de los intereses a los que debemos aspirar.
Todo
lo que el asociacionismo obrero ha conseguido a lo largo de estos
últimos siglos, se pierde a pasos agigantados. El estado, para
monopolizar el uso de la violencia (policial y militar) se sirve de
la constitución como símbolo sagrado de base, unidad y legislación.
El voto no es más que la legitimación constante de la forma de
estado y del sistema económico capitalista. Así, a través de la
legitimación carismática, se acepta la subordinación a un líder,
el cual no es más que la cabeza visible de todo un entramado de
marketing, asesores, abogados, economistas, y demás profesionales
que buscan imponer las políticas económicas dictadas desde los
principales organismos europeos, reforzar y mantener los privilegios
de los empresarios y agrandar sus riquezas a costa de la explotación
ajena y la protección de todo aquel que vive de parasitar del sudor
del obrero y de las instituciones del estado.
Nuestra
dependencia de los profesionales del sindicalismo, de la política y
del estado y sus instituciones sigue perpetuándose y expandiéndose.
Pero
no es solo la abstención y quedarnos sin hacer nada, es ser
individuos activos política y socialmente en el día a día con
nuestros/as compañeros/as, familiares, amigos/as y con la sociedad
en general.
La
mejor herramienta que tiene la clase obrera para defenderse de las
agresiones de la patronal es el anarcosindicalismo cuya sección en
España está en la CNT. Estar organizado en este sindicato supone
organizarse entre iguales, autoeducarse, y tomar conciencia. Su
planteamiento estratégico es ser independiente del estado, al no
recibir subvenciones, y de las empresas, al no participar en las
elecciones sindicales y no tener liberados/as que parasitan de los
demás trabajadores/as. Es importante ser conscientes de que la
explotación no se da tan solo en este país, sino que la miseria a
la que nos condenan se da en todas los rincones del globo terráqueo,
por lo que sí es internacional la explotación, internacional debe
ser nuestra respuesta.
Es
por todo esto, que llamamos a todos/as los trabajadores/as hartos de
la situación a la que nos están condenando a vivir, que acudan a la
manifestación que organiza la Federación Local de Sindicatos de
CNT-AIT Madrid el 1 de Mayo a las 12:00 en Valdeacederas (barrio de
Tetuán) hasta Cuatro Caminos.
Nuestro
deber como individuos políticos y sociales es trabajar por un
asociacionismo autónomo en las aulas, en los puestos de trabajo, en
las plazas, etc., para constituirnos como personas autónomas y
únicas, fomentando la defensa y promoción de nuestros intereses de
clase y formándonos constantemente para entender nuestro alrededor,
adquirir conciencia de nuestra situación y posibilidades, y actuar
en consecuencia como individuos únicos y libres.
Por
la igualdad entre géneros
Por
la abstención activa
Por
la dignidad y el internacionalismo obrero
Por
la anarquía
Grupo
Anarquista Tierra
Federación
Anarquista Ibérica (FAI)
Internacional
de Federaciones Anarquistas (IFA)
http://federacionanarquistaiberica.wordpress.com/