7/4/14

Carta abierta de un manifestante del 22-M: Se lo que vi, estuve allí.


prens-police
Estimado amigo/a
Tengo que reconocer que escribo esta carta con mucha rabia, impotencia e indignación. Tras vivir lo que viví la noche del 22M en Madrid, tras ver todo lo ocurrido, llegar a casa, ver la brutal campaña mediática, plagada de falsas pruebas, manipulación y mentiras, era lo que me faltaba por ver, totalmente ojiplático. Lo más triste no es sólo eso, lo más lamentable ha sido ver como muchas personas, siendo medianamente críticas y reivindicativas, son capaces de tragarse como si nada una auténtica campaña difamatoria contra los manifestantes, plagada de mentiras e infamias surgidas de la misma Policía o de sindicatos policiales en colaboración con todas las grandes empresas de comunicación, e incluso, de forma muy sutil, una llamada al linchamiento a los manifestantes sostenida desde instancias policiales.
Es por ello, que ahora, pasado el tiempo, con la sangre un poco más fría, lo cual no quita que siga totalmente cabreado e indignado, me decido a contar lo que yo viví durante ese sábado 22 de marzo en Madrid.
Las personas que iban conmigo y yo fuimos en vehículos particulares, para aprovechar la protesta y para ir con tranquilidad. Íbamos con la intención de que se desarrollase una acampada que las Marchas Obreras por la Huelga General habían anunciado, así que los autobuses que salían desde Alicante no serían un medio de transporte útil en caso de que cuajase la acampada.
La manifestación partió desde la plaza de la Beata Ana María de Jesús, a eso de las 16.00 h de la tarde. Había gente muy variopinta: estaba la CGT, también gente de RC, de Iniciativa Comunista, la CNT, diversos colectivos, Stop
Desahucios de Granada, el Bloque Juvenil. No fuimos allí por casualidad, era la gente más combativa y era el bloque de la protesta que más simpatías nos generaba, aunque la manifestación era unitaria y se unía una vez llegase a Atocha.
La protesta transcurrió en un ambiente excepcional y bastante combativo, por las consignas que se coreaban. “Violencia es no tener para comer”, “Educación pública” “El hijo del obrero, a la universidad” “Respuesta Estudiantil, vertedero juvenil” (se refería al colectivo ultraderechista que trata de infiltrarse en protestas o que agrede a estudiantes de izquierdas), y un grito bastante interesante que realizaban a coro los chavales del Bloque Juvenil y de Reconstrucción Comunista:
Compañeras caidas…= PRESENTES
¿Quién las mató?= ¡EL FASCISMO!
¿Quién las honra?= ¡EL PUEBLO!
¿Cómo?= ¡LUCHANDO, CREANDO, PODER POPULAR! (2 veces)
Una vez llegamos a la altura de Atocha estuvimos prácticamente casi una hora para poder movernos. Eramos la cola de la manifestación y era tal la cantidad de gente que había que no podíamos avanzar, en todo ese tiempo, nada más que unos pocos metros.
Hubo momentos que se llegó a hacer pesado. También era curioso, al menos para mí, ver que hasta la llegada a Atocha, prácticamente no había, por todo el camino, ni un solo policía. Una vez pudimos avanzar, seguimos el camino hasta el Ministerio de Sanidad. El Bloque de las Marchas Obreras por la Huelga general terminaba ahí la protesta. Por WhatsApp y Twitter daban cifras de dos millones de personas que resultaban peculiares, pero que dada la marea de gente y dado que supimos que, cuando nosotros llegábamos a la altura del Paseo del Prado, la cabecera de la manifestación estaba ya en Colón, tampoco es que nos sorprendiese esa posibilidad. Había muchísima gente. Era una inmensa marea de gente, llegada de todos los puntos del país. Pero, además, esa marea humana tenía otra peculiaridad. Se trataba de la primera vez, quizá en la Historia reciente, que una protesta no convocada ni respaldada oficialmente por el PSOE ni por los sindicatos mayoritarios, lograba tal éxito de convocatoria. Eso hacía aún más grande esa protesta.
Se celebró una asamblea al lado del Ministerio de Sanidad y la posibilidad de acampar se desvaneció en esa asamblea en la que se convocaba para el día siguiente, a celebrar en ese mismo lugar. Sin embargo, por las redes sociales, nos llegó información de que en Recolectos se había organizado una Acampada protesta. Al saberlo, decidimos proseguir la marcha hasta llegar a la acampada y hacer todo lo posible por quedarnos allí.
Comienza #AcampadaRecoletos en ucrania eran heroes urbanos para el periodismo veraz Español….pic.twitter.com/X3Bw9iTF8g — Perroliberal #22M (@pakoculeitor) marzo 22, 2014
Aunque no lo sabíamos, jamás llegaríamos a la Acampada Recoletos. Aunque continuamos la manifestación, y nuestra intención fue llegar allí y apoyar a quienes habían tenido la valentía de quedarse, fue imposible. Solo pudimos llegar a la plaza de Colón. Una vez allí, y cuando un grupo de personas se disponía a subir a la sede del PP, comenzaron las cargas. Y eso es lo que más me indigna. Porque yo sé lo que vi. Estuve allí, prácticamente en segunda línea cuando comenzaron las cargas. Son momentos de desconcierto, no sabes que hacer. Temerarios o no, mis compañeros trataban de que la gente no se fuera “No retrocedáis”, era el grito, aunque, mucha gente, entre ellos yo, sentíamos miedo.
Familias con hijos también corrían despavoridas, manifestantes de edad avanzada. Porque la carga empezó de repente. Tan de repente que muchos de nosotros perdimos a gente y nos costó posteriormente encontrarnos. Habiendo niños, e incluso personas que iban con carritos de bebés, la Policía no tuvo ningún miramiento en cargar, haciendo uso de material antidisturbio tal como gases lacrimógenos. Y esto es algo que no me he inventado yo, pero ningún medio de comunicación lo ha explicado. Y por suerte, solo unas pocas fotos pueden corroborar lo que yo ví, puesto que el bote de gas lo tiraron a escasos 20 metros de donde yo estaba, habiendo aún allí una marea de gente, e incluso, y reitero, habiendo padres con hijos, ancianos e incluso gente con cochecitos de bebes. No hubo un muerto porque la suerte quiso que no lo hubiera.
Allí apalearon a gente, razón por la cual la gente corría despavorida, además de lanzar balas de goma indiscriminadamente. Sin respetar siquiera la distancia que supuestamente deberían respetar. Tirando a matar contra el grueso de los manifestantes.
Incluso hay innumerables videos de cadenas internacionales (por supuesto, silenciados por la prensa nacional, totalmente dócil, apoltronada y mentirosa) y de usuarios de redes sociales donde sale como cargan contra la manifestación mientras en el escenario tocaba la banda de música del 15-M la Solfónica.
Es de sobra entendible, y razonadamente comprensible, que tras tanto tiempo, de cargas policiales, de agresiones policiales, de brutalidad policial con episodios como el de los estudiantes del Lluis Vives en Valencia en febrero de 2012, las cargas contra la Marcha Minera y contra el 25-S, de tantas hostias y tantas palizas y agresiones indiscriminadas de la Policía, la gente tenga la humana necesidad de defenderse.
Una vez iniciada la carga policial, tuvimos que meternos por una calle donde la gente realizaba barricadas con contenedores para evitar así el paso de la Policía y que el número de heridos, que ya era considerable (ENTRE LOS MANIFESTANTES) siguiera aumentando. En una de esas carreras me estampé contra una valla empujado por la gente que venía y corría, asustada por los pelotazos de goma y la presencia policial.
En una tercera carga en la Calle Serrano salimos corriendo, con tan mala suerte que yo decidí meterme por una bocacalle. Al ir solo por esa calle, decidí aligerar el paso, pensando que la Policía no vendría a por mi. Tuve suerte y no lo hizo. Si decide hacerlo, salvo un hotel que allí había, nada me hubiera salvado de ser apaleado o detenido. Quien sabe. Uno de los antidisturbios se paró frente a una papelera metálica y, desconozco la razón, empezó a golpearla con la porra (quizá por la rabia de no haber cazado a ningún manifestante o a saber), con una rabia que invitaba a no retroceder hacia donde estaba él.
Las cargas continuaron durante toda la noche, por diferentes puntos de la ciudad de Madrid. La ciudad estaba infestada de antidisturbios. De hecho, hasta llegar a Atocha de nuevo, fueron varias las dotaciones de antidisturbios que pudimos ver, y en algunos casos, armados hasta los dientes y apuntando con las bocachas hacía la gente que se les acercaba. De hecho, a un señor mayor que al pasar por una dotación de antidisturbios que “protegía” el McDonald’s de Atocha les recriminó las cargas, no tuvieron ningún problema en atizarle y aporrearlo.
La violencia policial fue totalmente desproporcionada, agresiva, violenta. Como siempre lo ha sido. Y existen sobrados videos, que no se han expuesto en ningún momento en ningún canal de TV nacional, que así lo corrobora.
Los heridos graves, los que realmente han sufrido heridas de gravedad, han sido solamente dos, ambos manifestantes. Y no esos heridos graves de la Policía, difundidos por medios nacionales que, sorprendentemente, curaban milagrosamente dos días después, incluso el que “supuestamente estaba en coma” (otro de los muchos bulos difundidos), recibiendo todos el alta. El primer herido grave fue un joven que perderá el testículo y parte del otro. El segundo, del que tenemos noticias hoy por la prensa oficial (pero que sabemos desde el 23M) perderá la visión del ojo. Abajo tenéis el informe médico.
Sin título-1
Ante toda esa violencia, ante todas esas agresiones policiales, ante esa falta de miramientos para gasear a los manifestantes o apalearles o dispararles balas de goma, los manifestantes tenían dos opciones: ponerse en posición de loto y dejarse pegar como los ultrapacifistas reclaman, como hemos visto muchas veces, para provocar la carcajada policial y para, de paso, comerse unas cuantas multas. La segunda opción era responder a las agresiones de la policía. Los manifestantes eligieron la segunda. E hicieron, en mi opinión, lo correcto. Cuando esa policía lleva meses apaleando, cuando ves, en la misma manifestación, como se gasea a los manifestantes, como hay manifestantes heridos, cuando sabes que lo único que puedes esperar son palos, decidir la opción de defenderte y negarte a que te pisen la cabeza o a que te envíen al hospital (o al cementerio como hicieron con Iñigo Cabacas) es la opción más razonable. ¿No es eso mismo que EL PAÍS y La Sexta aplauden o el ABC cuando se trata de Venezuela y Ucrania? Pues eso.
Un beso y una piedra, la foto símbolo de la protesta en Caracashttp://t.co/bj8HqGM5pf #Venezuelapic.twitter.com/4mvCNRyhVH — ABC.es (@abc_es) marzo 24, 2014
Claro que en España, esta otro para ABC sería Terrorismo o Kale Borroka.
A la espera pic.twitter.com/oZmNHzC6g0 — juan carlos mohr (@juancarlosmohr) marzo 23, 2014
No solo eso. Esa policía es, como ellos mismos proclaman, orgullosos, la defensora del “orden vigente”. El orden vigente es el que permite que haya un 30% de niños pasando hambre en España. El orden vigente es el que tolera que los recortes maten a un niño que llevaba esperando tiempo la ayuda de dependencia. El orden vigente son los miles de desahucios realizados por esos mismos policías. Por lo tanto, ellos son también CULPABLES. No solamente son culpables, sino que a quiénes osan protestar, se encargan de apalearlos y maltratarlos. Por lo tanto, los débiles, los manifestantes, los que están siendo machacados, agredidos y maltratados, tienen todo el derecho a ejercer el derecho de resistencia. Todo el derecho a defenderse de las brutales agresiones de esos uniformados. Y eso es lo que hicieron el sábado. No seré yo quien se abstenga, como un cobarde, de aplaudirles. De no ser por ellos, muchos hoy no estaríamos contándolo, posiblemente, por haber recibido porrazos y pelotazos de goma.
De hecho, en la asamblea celebrada el domingo, tuve la oportunidad de intervenir, tras ver como gente adicta al pacifismo sin sentido repartía su propaganda, manifestando, de una manera muy clara, lo mismo que escribo en estas líneas.
La campaña de criminalización está siendo brutal. Cualquiera habrá visto que las imágenes de los pobres policías -que provocaron la carga, cargaron, gasearon pero obtuvieron respuesta- salen boletín informativo tras boletín informativo. En la Sexta, por ejemplo, llevan saliendo desde el informativo del domingo al mediodía de forma ininterrumpida. Por no hablar de la “falsa muleta”, las fotos de policías venezolanos heridos. Es repugnante.
Las pruebas falsas de la policía Para criminalizar las #MarchasDignidad22Mpic.twitter.com/YYOXnybSjX — No Soy Del PP (@elpadrecorajede) marzo 25, 2014
Mientras tanto, de los manifestantes heridos, nadie habla, o lo hace a cuentagotas. De las falsas pruebas de la Policía, solo un desmentido de corto tiempo después de haber usado la falsa muleta para abrir tres o cuatro informativos. En estos días he (y supongo que muchos otros también) podido comprobar como los medios me engañaban en mis propias narices. Pero no solo eso. Además de la campaña de victimización de la policía, vemos incluso como Policías justifican abiertamente disparar contra manifestantes y como, desde la prensa fiel, allanan el terreno para que la
“opinión pública” (es decir, la opinión fabricada por cinco multinacionales de la información como PRISA, MediaSet, Unedisa, Vocento y Planeta crean) comprenda que la policía use su arma.
Los prodisturbios siguen pidiendo a gritos en su foro que la próxima vez sean cócteles incendiarios en lugar de piedras pic.twitter.com/s4QuTH7Gq5 — Peter blum (@Peter_blum) marzo 25, 2014
El tema de la manipulación mediática dará para otro escrito. Simplemente, muchos de esos que ahora, movidos por lo que su TV favorita les dicta, claman contra los manifestantes y defienden a los policías (y no pocos) deberían preguntarse ¿Quién les deja en el paro? ¿Quién os recorta en Educación y Sanidad?¿Quién desahucia? ¿Quién, llegado el caso, os abrirá la cabeza cuando oséis protestar? ¿Los manifestantes? ¿Las personas que llenaban Madrid el sábado?. Evidentemente no.
Yo no exijo que mi versión sea la única válida. Solo pido y ruego, a cada uno de los lectores de esta carta, que contrasten información, que la filtren, que sean críticos y que investiguen por sí mismos. Algo raro debe pasar cuando se sacan imágenes diarias de las “agresiones a la policia” y no se saca una sola de los “manifestantes heridos por carga policial”. Cuando la noticia de la pobreza infantil apena dura unos minutos (eso es violencia) mientras tenemos debate sobre la actuación de los manifestantes y no debate sobre la actuación de la Policia. Cuando las mismas cadenas que llamaban “luchadores por la libertad” a los manifestantes armados con catapultas y cócteles molotov, llaman a condenar la “violencia” de manifestantes que se defendían con piedras en Madrid.
Concluiré este escrito con una cita de Malcom X que está de rabiosa actualidad. “Si no estáis prevenidos ante los medios de comunicación, os harán amar al opresor y odiar al oprimido”
Un cordial saludo.
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PD2: Desde el sábado, un chaval de solo 20 años, Miguel, sin antecedentes penales, está en prisión por haber asistido a esa manifestación. Criminalizado por la prensa, que sacó una supuesta conversación del joven -que el abogado niega y denuncia que se trata de una invención policial- está en prisión por luchar, como esos miles y miles de asistentes. Es una persona presa por razones políticas, por haber ido a la protesta y por haberse defendido, supuestamente, de los antidisturbios. Es alguien que podríamos haber sido, en su lugar, cualquiera de nosotros. Igual que la falsa muleta ¿quien nos dice que lo que la policia dice que hizo es cierto? Y de ser así ¿cómo puede ser que personas por delitos más graves se rían de nosotros? ¿Cuántos policias han sido encarcelados por dejar sin ojo o sin vida a un manifestante/viandante?
Podría extenderme más, pero creo que es obligación moral de todos los que entendemos y tenemos una mínima conciencia social. reclamar, fuerte y sin paliativos, su liberación. Luchó por nosotros, por todos. Ayer fue él, mañana puedes ser tú
#Miguel22MLibertad